Gran Potencial

Energía nuclear: Más allá de los miedos, una solución para la crisis climática

La energía nuclear tiene una muy mala reputación por miedos con poco fundamento, el analizarla como posible solución a conflictos internacionales y el cambio climático debe ser prioridad para los gobierno, señala Manuel Trevilla.

En medio de la creciente preocupación por el cambio climático y la necesidad de encontrar fuentes de energía más limpias y sostenibles, la energía nuclear ha surgido como una opción viable y prometedora.

Aunque la mención de energía nuclear a menudo evoca imágenes de peligro y desastres, es importante mirar más allá de los miedos infundados y considerar sus beneficios reales en la lucha contra la crisis climática.

Uno de los principales beneficios de la energía nuclear es su capacidad para generar grandes cantidades de electricidad sin emitir cantidades significativas de gases de efecto invernadero. Mientras que las plantas de energía que queman combustibles fósiles liberan dióxido de carbono y otros contaminantes en la atmósfera, las plantas nucleares operan a través de un proceso de fisión nuclear que no produce emisiones directas de gases de efecto invernadero.

Esto las convierte en una opción clave para reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles y disminuir la huella de carbono de la generación de electricidad.

La seguridad de las plantas nucleares es un tema de preocupación para muchos, pero es importante considerar las estadísticas reales y no cegarnos por creencias limitantes. Según la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), la energía nuclear tiene uno de los registros de seguridad más sólidos en comparación con otras formas de generación de energía. Además, las compañías y los expertos en energía nuclear continúan innovando y solucionando problemas relacionados con tecnologías antiguas.

Un ejemplo notable de solucionar problemas de tecnologías antiguas es la compañía TerraPower, en la cual Bill Gates es accionista. TerraPower se dedica a desarrollar reactores de energía nuclear avanzados, como los reactores de sal fundida, que ofrecen ventajas significativas en términos de seguridad y eficiencia. Estos reactores utilizan un combustible líquido de sal fundida que puede disipar el calor de manera segura y automática, lo que reduce el riesgo de sobrecalentamiento y fusiones nucleares. Además, estos reactores pueden utilizar desechos nucleares como combustible, ayudando así a abordar el desafío de la gestión de desechos y aprovechar al máximo los recursos.

Otro ejemplo es la empresa NuScale Power, que ha desarrollado una tecnología innovadora de reactores nucleares modulares. Estos reactores son más pequeños y modulares en comparación con los diseños de plantas nucleares convencionales.

Esto permite una mayor flexibilidad y una mejor gestión de la energía, ya que pueden adaptarse a las necesidades específicas de diferentes regiones o comunidades. Además, estos reactores cuentan con múltiples sistemas de seguridad pasiva, lo que significa que no requieren intervención humana o energía externa para garantizar su funcionamiento seguro.

Estos ejemplos demuestran que la industria nuclear continúa evolucionando y mejorando, abordando los desafíos del pasado y presentando soluciones innovadoras para una energía más segura y sostenible.

La energía nuclear ofrece una solución tangible y efectiva para la crisis climática y política. Sus beneficios en términos de baja emisión de gases de efecto invernadero, alta eficiencia energética y los avances tecnológicos que están solucionando problemas de tecnologías antiguas, la convierten en una opción a considerar seriamente en nuestro camino hacia un futuro más sostenible.

Superar los miedos infundados y basar nuestras decisiones en datos y avances científicos nos permitirá aprovechar al máximo el potencial de la energía nuclear en la lucha contra el cambio climático.

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Hasta la próxima, Manuel.

Manuel  Trevilla

Manuel Trevilla

Empresario, conferencista especialista en marketing digital, innovación y wellness. Mentor y consejero de organizaciones como Google Launchpad, Masschallenge y LFT.

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