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Contradicciones del caso Salvador Rangel: ¿Qué hizo el obispo mientras estuvo desaparecido?

Tras la desaparición del obispo emérito Salvador Rangel circuló una versión de un supuesto secuestro exprés, que después se descartó.

La tarde del lunes se dio a conocer la desaparición del obispo emérito de Chilpancingo-Chilapa Salvador Rangel, luego de que la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) emitió un comunicado al respecto al precisar que llevaba casi dos días desaparecido.

Horas después se informó que el sacerdote fue ubicado en el Hospital General “Dr. José G. Parres”, de Cuernavaca, Morelos.

Los primeros reportes indicaban que se había tratado de un secuestro exprés; sin embargo, la Fiscalía de Morelos aseguró que estaba en espera de que el obispo pudiera emitir sus declaraciones.

En su columna de este viernes en El Financiero, el periodista Raymundo Riva Palacio detalla que según documentos que se entregaron a medios de comunicación, señalan que paramédicos recogieron al sacerdote en un hotel de Ocotepec, a media hora de su casa en Jiutepec, Morelos.

Conferencia del Episcopado pide evitar especulaciones

De acuerdo con el portal Central de Noticias, los paramédicos lo encontraron inconsciente y desnudo en la habitación del Hotel Real de Ocotpec.

Los exámenes toxicológicos muestran la presencia de cocaína y benzodiacepinas, el cual requiere prescripción médica para tratar la ansiedad.


El jueves, el comisionado estatal de Seguridad Pública de Morelos, José Ortiz Guarneros, aseguró que el obispo entró al hotel “por voluntad propia” y en compañía de un hombre.

Sin embargo, el hotel no tiene este registro debido a que el sacerdote dijo que estaría por corto tiempo. Hasta ahora el obispo no ha declarado ante el Ministerio Público debido a que, según los médicos, no estaban en condiciones físicas ni mentales para hacerlo.

A través de un comunicado, la Conferencia del Episcopado, hizo un llamado para “que se eviten conjeturas y especulaciones” sobre el caso.

¿Quién es el obispo Salvador Rangel?

En los últimos meses, el obispo emérito Salvador Rangel cobró relevancia debido a que fue él quien hizo pública la negoación que realizó con las dos principales bandas criminales de Guerrero: Los Tlacos y Los Ardillos.

El objetivo era conseguir una tregua y así restablecer la paz en Chilpancingo y otras zonas del estado. Desde hace años realizó esta propuesta de llevar a cabo un pacto con el crimen organizado.

Con dicho acuerdo se habría logrado que Los Tlacos ocuparan la mayoría de Chilpancingo, y que la zona de Petaquillas quedara a manos de Los Ardillos.

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