Bad Bunny es uno de los exponentes de música urbana más populares de los últimos tiempos; actualmente cuenta con 44.7 millones de oyentes mensuales en Spotify, convirtiéndose en el artista número 24 más escuchado del mundo, y 37.6 millones de suscriptores en YouTube.
Recientemente anunció su gira World’s Hottest Tour, con la que pasará por distintas ciudades de Estados Unidos y Latinoamérica, incluyendo a nuestro país con tres fechas: una en Monterrey y dos en Ciudad de México.
¿A cuánto asciende la fortuna de Bad Bunny?
De acuerdo con Celebrity Net Worth, sitio dedicado a calcular la fortuna de las celebridades, el intérprete de 27 años oriundo de Puerto Rico ostenta una fortuna calculada en 18 millones de dólares; es decir, unos 371 millones de pesos aproximadamente.
La mayoría del dinero percibido por el artista ha sido gracias a su música, que incluye reproducciones en Spotify y YouTube, así como en otras plataformas de streaming; venta de discos, mercancía y más productos derivados de la música y claro, sus presentaciones en vivo.
No se sabe con exactitud hasta qué fecha está contemplada esta cifra, y si incluye su más reciente gira, que al momento ha vendido miles de boletos alrededor de América Latina en países como Perú, Argentina y Colombia, y claro, México, donde comenzó la preventa esta mañana y los boletos se agotaron rápidamente.
Es más, ni siquiera el propio artista podría calcular cuánto dinero posee; esto lo mencionó durante una entrevista para Billboard: “Así es como funciono. No estoy pendiente de los números o de cuánto dinero estoy ganando. Hice este último disco (El Playlist de Anoche de Tommy Torres, donde participa como productor) porque quería y porque me hizo sentir realizado”, aseguró el Conejo malo.
El otro ‘negocio’ de Bad Bunny
En 2021, el intérprete de Yonaguni ‘le entró' al mundo deportivo y adquirió parte del equipo puertorriqueño de baloncesto Cangrejeros de Santurce, que forma parte de la liga de Baloncesto Superior Nacional (BSN) de Puerto Rico, convirtiéndose en codueño junto a Noah Assad, y a Jonathan Miranda.
