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Siemens y Bombardier quieren unir fuerzas en operación de trenes

La unión de ambos negocios, valorados en unos 10 mil 600 mdd, podría producirse a mediados del año, aunque requeriría autorización de las autoridades antimonopolio y se enfrentaría a la posible oposición de los sindicatos, según fuentes de Bloomberg.

Siemens y Bombardier están en conversaciones para combinar sus operaciones ferroviarias, valoradas potencialmente en más de 10 mil millones de euros (10 mil 600 millones de dólares), según personas familiarizadas con el tema.

La empresa conjunta propuesta uniría las actividades de fabricación de trenes y señalización de las empresas, dijeron las personas, que solicitaron no ser identificadas ya que las conversaciones son privadas.

Un acuerdo podría producirse a mediados del año, dijo una de las fuentes. No se han tomado decisiones definitivas y cualquier combinación requeriría autorización de las autoridades antimonopolio y enfrentaría la posible oposición de los sindicatos, dijeron.

Las conversaciones entre Bombardier y Siemens comenzaron a principios de este año, dijeron las personas. Una combinación ayudaría a las compañías a hacer frente a la presión de los competidores chinos, que se están expandiendo a nivel internacional y amenazan la participación en los mercados.

Analistas de Société Générale han valorado la división de movilidad de Siemens en unos 7 mil 200 millones de euros, mientras que Veritas Investment Research ha dicho que la participación de 70 por ciento de Bombardier en su negocio de transporte vale por lo menos 5 mil millones de dólares.

Representantes de Siemens y Bombardier se negaron a formular comentarios.

Bombardier vendió el año pasado una participación del 30 por ciento en su negocio de trenes al gestor de fondos Caisse de Depot et Placement du Quebec, valorando la unidad en 5 mil millones de dólares. La transacción ayudó a la firma con sede en Montreal a recaudar capital en momentos en que enfrentaba una pérdida de efectivo debido a los retrasos de sus nuevos aviones.

Sin embargo, las preocupaciones antimonopolio que enfrentan las dos empresas centradas en Europa podrían ser un obstáculo para el acuerdo. Siemens y Bombardier también tendrían que ganar el apoyo de los representantes sindicales, que se opondrían a los recortes de empleos.

REDUCCIÓN DE SIEMENS

El traslado de la división de movilidad a una empresa conjunta podría reducir aún más el extenso conglomerado de Siemens, que hasta hace una década estaba formado por más de una docena de unidades que fabricaban, desde redes móviles hasta bombillas y equipos industriales pesados.

El máximo ejecutivo Joe Kaeser ha pasado los últimos años reduciendo el enfoque de Siemens en energía, automatización de fábricas y software industrial.

Ha vendido la mayor parte de la división de bombillas y ha anunciado planes para cotizar acciones de la filial de atención de salud, que fabrica scanner y otros equipos de imagen.

Siemens fabrica el tren de alta velocidad ICE que conecta ciudades alemanas como Colonia, Berlín y Múnich. La división también fabrica tranvías y equipos de señalización.

La unidad de movilidad de Siemens ha estado obstaculizada durante años por los cargos y los pagos de indemnizaciones debido a la eliminación de empleos, lo que ha provocado especulaciones recurrentes de que la compañía podría buscar un socio como Bombardier o Alstom, el fabricante francés de los trenes TGV.

La oferta de Siemens en 2014 para comprar Alstom fracasó en medio de una oferta competitiva de General Electric, que terminó comprando los activos de generación de energía de Alstom.


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