Durante los primeros tres meses de 2017, bajo la dirección de Kelly King, AT&T México ganó más de 600 mil clientes, redujo el flujo negativo por la fusión de Iusacell y Nextel y aumentó a 85 millones de personas la cobertura en el país, para acercarse a la meta de 100 millones del siguiente año.
Tras la salida de Thaddeus Arroyo, la firma ha desarrollado también un centro de operación de red donde capta y frena cerca de 2 millones de ataques cibernéticos al día debido a su sistema de navegación.
Clientes en México: 5 millones a postpago, 7.2 millones a prepago y 267 mil en otros negocios.
Para Jorge Bravo, analista de Mediatelecom, Policy & Law, la clave del avance de AT&T en el mercado mexicano está marcado por la inversión destinada a modernizar su red, además de sumar usuarios de pospago, de smartphones y de datos móviles.
"Un usuario de pospago le va a rentabilizar a la empresa el uso de la red y por lo tanto le va a traer beneficios. Va por el camino correcto de monetizar a los usuarios que está sumando", comentó.
Además, el experto señaló que una de las ventajas de este operador frente a Telefónica y Telcel, son los servicios de valor agregado que ofrece, no sólo en comunicaciones móviles, que lo perfila como un operador más integral, capaz de proveer conectividad, incluso para las ciudades.