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Levantan Acapulco… para las fiestas

Acapulco registró una ocupación hotelera promedio de 95.9% durante las últimas semanas del 2014, como resultado de las estrategias de hoteleros, restauranteros y dueños de bares y discotecas para elevar el turismo.

Las estrategias de la iniciativa privada para levantar el turismo en Acapulco, luego de la crisis de inseguridad generada por la desaparición de estudiantes en Iguala, Guerrero, dio resultado.

La Secretaría de Fomento Turístico de Guerrero registró en las últimas dos semanas del 2014 una ocupación hotelera promedio de 95.9 por ciento en Acapulco, desglosada en 98.8 por ciento en la zona Diamante, 97.3 por ciento en la Dorada y 83.8 por ciento en la parte Tradicional o Náutica, la cual se mantuvo hasta los primeros días del 2015.

Con las fiestas de fin de año regresó la bonanza al puerto, donde restaurantes, bares y discotecas tenían llenos completos y ofrecían paquetes de barra libre o buffet.

Esto también fue producto de mayores medidas de seguridad, pues se blindaron las entradas y salidas de carreteras hacia el puerto con más de mil 300 elementos de la policía federal, mientras que helicópteros de la policía sobrevolaron los alrededores de forma regular.

Sin embargo, a los comerciantes de la región les preocupa que el auge se desvanezca pronto y regresen a los niveles anteriores a las fiestas decembrinas, aun en la próxima temporada alta, la de Semana Santa.

El gobierno de Guerrero informó que la ocupación en Acapulco después de la desaparición de los estudiantes en Iguala, cayó entre 30 y 40 puntos porcentuales, cuando ya contaban con reservaciones vendidas.

"En la temporada de fin de año cobré por un viaje corto hasta 250 pesos", dijo Carlos, un chofer de taxi. "Pero a partir del primero de enero habrá menos unidades trabajando y voy a cobrar la mitad o menos", agregó.

Esta predicción no es exclusiva de los taxistas, pues también se hace presente en los encargados de hoteles y restaurantes como Silvestre Luna, gerente general de Casa Inn Acapulco, quién advirtió que el balneario guerrerense no había visto peores días que aquellos posteriores a los del ataque a los normalistas de Ayotzinapa, y auguró que al inició del 2015, cuando hayan pasado las fiestas, volverá a ser igual.

"Tuvimos una cancelación en noviembre de 14 mil reservaciones por la situación de inseguridad", recordó Luna.


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