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Canadian Pacific Kansas City duplicará capacidad de trenes en la frontera: Esta es la razón

Canadian Pacific Kansas City construye un segundo puente ferroviario en la ciudad de Nuevo Laredo que le permitirá duplicar su capacidad.

La ciudad fronteriza de Nuevo Laredo es una de las pocas en el mundo que tiene un puente ferroviario que, con la integración de tripulaciones internacionales, permite el flujo de miles de carros al año con periodos de espera cada vez menores entre convoyes.

Como parte de sus planes de crecimiento, Canadian Pacific Kansas City (CPKC), que tiene su filial en México, construye un segundo puente ferroviario en la ciudad fronteriza mexicana que le permitirá duplicar su capacidad para el procesamiento de 60 trenes por día, esto desde los 32 que procesa actualmente.

Durante un recorrido por las obras en la ciudad fronteriza, El Financiero pudo constatar los avances del puente ferroviario edificado por la empresa que tiene una concesión para operar como ferrocarril de carga, con lo que incrementará su capacidad para hacer frente a la demanda actual de sectores como el automotriz, además de otras industrias que ven en el transporte ferroviario una opción para potenciar los beneficios de la relocalización.

“Lo que buscamos con la inversión en Nuevo Laredo para atender la demanda que crecimiento pudiera traer y ya está trayendo el nearshoring a México, mucho del intercambio nos ha posicionado como el país más importante en comercio con Estados Unidos”, refiere Óscar del Cueto, presidente de CPKC de México.

El puente ferroviario funciona como un libramiento que permite cruzar la frontera entre México y Estados Unidos. Idealmente, en la zona del puente, los equipos de aduanas de ambos países pueden revisar los trenes con rayos gamma y rayos X, pero de cada uno de los lados de la frontera hay problemas con los sistemas de inspección que han dejado de funcionar por diferentes razones.

Otra de las ventajas del puente ferroviario es que permite implementar tripulaciones internacionales, lo que facilita el tiempo, pues los maquinistas y sus equipos ya no tienen que ser reemplazados cada vez que deben cruzar hacia algún lado de la frontera.


Aunque CPKC ha puesto en marcha este sistema, la operación en el puente se detiene por algunos minutos cuando otras empresas ferroviarias, que usan el paso fronterizo confinado, tienen que hacer el cambio de tripulaciones.

“La expectativa es crecer, poder ofrecer cruces eficientes de las manos de las autoridades, porque de nada sirve tener infraestructura si los procesos que se tienen con algunas autoridades no funcionan igual”, refiere del Cueto.

Retos en la frontera

La ventaja de tener un ferrocarril que una Estados Unidos y México sin prácticamente tener que detenerse es una de las características más importantes de CPKC y, con un segundo puente, la capacidad se duplicará para poder movilizar trenes de hasta 3 kilómetros que podrían unir también a Canadá.

No obstante, los retos del intercambio comercial, uno de los más importantes para México, está en la coordinación de las autoridades de ambas naciones, además de en la homogeneización de los procesos aduanales.

“Quisiéramos que los procesos fueran más expeditos, que las aprobaciones fueran más rápidas, que no llegue la mercancía y se duerma en la frontera, si no que pase como si no hubiera frontera”, agrega el presidente de CPKC de México, la empresa que opera en el negocio de traslado de mercancías.

Para que los procesos sean más eficientes, las autoridades de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) deben tener los mismos procesos que el Asociación Aduanera y Comercial contra el Terrorismo (CTPAT, por sus siglas en inglés).

Dentro de los procesos de revisión, la ferroviaria plantea que las inspecciones realizadas por personal de aduanas mexicanas puedan ser válidas para las autoridades estadounidenses y viceversa.

Otro de los retos es la seguridad de las operaciones. En el país y, particularmente en la zona fronteriza, la empresa realiza inspecciones para evitar el tráfico de sustancias ilegales, además que se ha coordinado con la Guardia Nacional y el ejército mexicano para reforzar las tareas de inspección en las vías del tren.

“Sí hemos reforzado la relación para que la seguridad sea un tema”, asegura del Cueto.

La inversión para el segundo puente ferroviaria se estima en 120 millones de dólares y, de acuerdo con Felipe Bobadilla, encargado de la construcción de la línea ferroviaria, el avance del proyecto en la obra es del 35 por ciento, mientras que el avance financiero llega al 45 por ciento.

De acuerdo con estimaciones del encargado de la construcción del nuevo puente ferroviario, éste estará listo para el tercer trimestre del año siguiente. Se espera que la infraestructura permita absorber la demanda de intercambio comercial por ferrocarril en Nuevo Laredo por los próximos 15 años.

Además, esa vía permitirá que, en los siguientes años, la empresa ferroviaria pueda movilizar contenedores con carga refrigerada, una modalidad de negocio que ya cuenta con empresas interesadas en México para la exportación de proteínas.

La industria ferroviaria es muy importante para América del Norte. De hecho, en Estados Unidos, aproximadamente el 33 por ciento de todas las exportaciones y alrededor del 40 por ciento de toda la carga de larga distancia se transportan por ferrocarril.

El crecimiento se debe principalmente al hecho de que el transporte ferroviario es más asequible y eficiente que otros métodos. Los trenes también producen menos contaminación que los camiones hasta en un 80 por ciento.

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