En 2020 se registró una Inversión Extranjera Directa (IED) en la industria de autopartes de mil 377.7 millones de dólares, un desplome de 55.9 por ciento comparado con lo registrado un año antes, muestran datos de la Secretaría de Economía.
Esta es la reducción más grande que reporta el sector desde que tiene información la dependencia federal, además de ser el capital inyectado al país más bajo desde 2009, cuando fue la crisis económica global.
Esta reducción responde al impacto que sufrió la industria automotriz de Norteamérica por la pandemia de coronavirus, pues hubo empresas que tuvieron que suspender operaciones durante meses, además de que bajó la demanda de autos en la región.
Óscar Albín, presidente de la Industria Nacional de Autopartes (INA), dijo en conferencia previa que algunas empresas proveedoras del sector les cuesta más tiempo el poder regresar a operar como antes de la pandemia por la falta de capital, sin embargo, espera que esto mejore conforme avance este año.
“Tenemos un arranque de año con plantas cerradas por falta de algunas piezas (semiconductores), pero el pronóstico para fin de año se mantiene en alcanzar un valor equivalente al 2019 (antes de la pandemia) porque consideramos que lo que se deje de producir estos meses iniciales de 2021 en lo que se recupera el abasto de chips, se compensará en meses subsecuentes”, comentó.
Una realidad no muy diferente se observa en la Inversión Extranjera Directa en proyectos de armadoras de autos; el año pasado se inyectaron 3 mil 696.8 millones de dólares, 13.8 por ciento inferior que lo reportado en 2019, aunque 10.9 por ciento mayor a lo registrado en 2018.
Esto es porque algunas armadoras impulsaron nuevos autos en México, entre los que destacan la producción de los nuevos modelos de Ford en México, los cuales incluyen desde el Bronco en Hermosillo, Sonora, y Mustang Mach-E en Cuautitlán Izcalli.
A esto se le suma también la nueva Taos de Volkswagen en Puebla y las nuevas generaciones de Nissan en Aguascalientes.