En este 2016, las remesas familiares tendrán un incremento de alrededor de cinco por ciento, ubicándose en más de 25 mil millones de dólares, lo que mantendrá a México como el cuarto receptor a nivel mundial, rebasado sólo por India, China y Filipinas.
En el marco de la presentación Anuario de Migración y Remesas, México 2016, se estima que en 2016, las remesas mundiales podrían alcanzar 610 mil millones de dólares, con un crecimiento de 3.7 por ciento con respecto a 2015; en 2018 se estima que ascenderán a 665 mil millones de dólares. Alrededor del 75 por ciento de las remesas mundiales se dirige hacia países en desarrollo.
Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA Bancomer explicó, que la llegada de más remesas será un impulso a la demanda interna, ya que los connacionales en el extranjero tienen claro que ante la debilidad del peso frente al dólar, esto significa más dinero para sus familias en el país, recursos que destinan principalmente al gasto corriente.
En su opinión, una eventual llegada de Donald Trump a la presidencia no frenará el flujo de remesas al país, pero si existe el riesgo de que pueda imponer nuevos impuestos a estos envíos.
Los datos del Anuario de Migración y Remesas, México 2016, resultado de la colaboración entre el Consejo Nacional de Población (CONAPO), Fundación BBVA Bancomer y el área de Estudios Económicos de BBVA Bancomer muestran un panorama general sobre la emigración, inmigración, migración de tránsito y de retorno, así como de los flujos de remesas en México y en el mundo, a partir de los datos contenidos en fuentes estadísticas nacionales e internacionales.
Lo que mostró que hay más migrantes mexicanos con ciudadanía estadounidense, entre 2007-2009, el 22.8 por ciento tenían ciudadanía americana, y para el periodo 2013-2015 creció a 28.3 por ciento.
Sin embargo, en los últimos seis años (2010-2015) se estima que las autoridades migratorias estadounidenses registraron más de tres millones de eventos de repatriación de personas a sus países de origen.
De este total, los mexicanos representarán casi dos millones de repatriados.
Los migrantes repatriados se caracterizan por ser un flujo predominantemente masculino, ya que nueve de cada diez eran hombres. En 2014, uno de cada tres migrantes repatriados era originario de los estados de Michoacán, Oaxaca, Guerrero y Guanajuato.
La mayoría de los migrantes mexicanos repatriados tienen entre 25 y 29 años; en promedio, las mujeres repatriadas son más jóvenes que los varones por 2 años. Casi el 7 por ciento del total de los migrantes repatriados habla alguna lengua indígena, mientras que el 29.3 por ciento habla inglés en algún grado.
Los migrantes de retorno se reinsertan al mercado laboral mexicano como trabajadores subordinados, 30 por ciento lo hacen en el sector informal y la mayoría no cuentan con servicios de salud.
Los migrantes que retornaron entre 2009 y 2014 eran originarios principalmente de la Ciudad de México, Michoacán y Guanajuato, estas entidades coinciden con los principales lugares de residencia después de la migración. El principal motivo de retorno, tanto para hombres como para mujeres, es reunirse con la familia, en cuatro y cinco de cada diez casos, respectivamente. Poco más de 15 por ciento de los hombres han regresado a México debido a que fueron deportados.
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