Las remesas que enviaron los migrantes mexicanos el año pasado aportaron una cuarta parte del crecimiento económico del país en 2016, esto gracias a la depreciación del tipo de cambio pero también a la retórica antiinmigrante de Donald Trump, lo que hizo que los mexicanos adelantaran el envío de remesas a sus familias.
Al presentar el Reporte sobre las Economías Regionales Enero-Marzo, el Banco de México (Banxico) indicó que a nivel nacional las remesas tuvieron un impacto favorable sobre el crecimiento de la economía "que no es despreciable" en el contexto internacional.
En 2016, el crecimiento económico fue de 2.1 por ciento, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de este porcentaje Banxico dijo que se puede atribuir al impacto de las remesas sobre el PIB en 0.5 puntos.
"Es decir, una cuarta parte del crecimiento que observamos el año pasado puede estar asociado con el incremento de las remesas que captó el país", señaló Daniel Chiquiar, director de Investigaciones Económicas de Banxico.
Explicó que este crecimiento está asociado principalmente a tres factores: el primero es que en 2016 se observó una mejoría en las condiciones laborales de los migrantes mexicanos en el mercado de trabajo en Estados Unidos, pues la tasa de desempleo de mexicanos disminuyó incluso a un ritmo más rápido que la tasa de estadounidenses.
A este se sumó la depreciación del tipo de cambio real que pudo haber inducido a que los migrantes tuvieran la posibilidad e incentivo de mandar mayores remesas a México.
Y en tercer lugar "también pudo haber influido, y esto no se puede descartar, el hecho de que dada la retórica en esos momentos del candidato a presidente de Estados Unidos hayan tratado de adelantar en la medida de lo posible un envío de los recursos que tenían en Estados Unidos estos trabajadores", señaló Chiquiar.
En el mismo sentido, él mencionó que el efecto de las remesas sobre el ingreso de los hogares es que cada dólar captado se convierte en 1.05 dólares de efecto sobre el ingreso, lo que significa un efecto multiplicador de las remesas que se traduce en mayor consumo de servicios y aumento en la actividad secundaria al haber mayor demanda de productos manufacturados.
Comentó que por regiones hay heterogeneidad en el impacto de las remesas, por ejemplo, la región norte del país tuvo un crecimiento de 2.3 por ciento en 2016 y las remesas contribuyeron con 0.2 por ciento, es decir, el impacto fue relativamente pequeño.
Sin embargo, hay regiones que son muy altamente dependientes de las remesas, la region más llamativa fue el centro-norte del país donde se observó un crecimiento de 3.4 por ciento y las remesas aportaron una tercera parte de esa expansión.
Mientras que en la región sur del país, el PIB cayó 1.9 por ciento, sin embargo, las remesas lograron mitigar esta caída y las remesas tuvieron un impacto positivo.
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