Debido a las grandes reservas de petróleo probadas y un ambiente más favorable para los negocios que el resto de sus competidores, México ofrece una gran oportunidad para las empresas del sector energético que buscan invertir en el país tras la reforma energética, a pesar de los precios bajos del crudo.
De acuerdo con un análisis del banco de inversión JP Morgan, muy de vez en cuando los principales productores de petróleo abren su sector energético, por ejemplo, Iraq tras el cambio de régimen y los países que rodean el Mar Caspio como Azerbaiyán, Kazajstán y Turkmenistán.
Por lo general, las empresas de petróleo y gas se enfrentan a barreras políticas, riesgos geopolíticos y sanciones económicas en diversos países que no les permiten hacer buenos negocios en esos territorios, pero en el caso de México esto no es un problema.
"Esperamos que muchos de los nombres más grandes de la industria se posicionen en las rondas de licencias de México, con miras a construir una presencia mucho mayor en los próximos años, con un ojo en las aguas profundas fructíferas que bordean el Golfo de México. La oportunidad es grande a largo plazo", destacó el reporte.
Señalan que las grandes reservas de petróleo probadas y la similitud con algunas cuencas conocidas de Estados Unidos juegan a favor de México, pues en su opinión, un volumen de 14 mil millones de barriles de petróleo ponen a México en un nivel similar en América Latina a las reservas de Brasil, las cuales son de 15 mil millones de barriles de petróleo.
Otro punto a favor de México es que los costos de producción son los más bajos entre los demás países, pues la actividad de extracción de crudo se realiza en aguas poco profundas y en tierra. No obstante, señalan que a medida que la exploración y el desarrollo de la extracción no convencional comiencen a emerger, se espera que los costos aumenten a niveles cercanos a los de sus pares internacionales.
Si bien los precios del petróleo en el corto plazo podrían presentar algún riesgo para las inversiones en el negocio de exploración y producción, JP Morgan indicó que el mantenimiento de los precios a largo plazo alrededor de 75 dólares por barril, continúa siendo favorable para las inversiones de las empresas de petróleo y gas en el largo plazo.
Por otro lado, los economistas del banco estadounidense aseguran que también habrá beneficios para México derivados de la reforma energética, pues estiman que implicará un incremento de entre 40 y 80 puntos base en la tasa de crecimiento del PIB potencial.
"Las ganancias de infraestructura, reducción de costos tanto para productores y consumidores, y un crecimiento positivo y de largo plazo de la productividad total de los factores son los que impulsarán el crecimiento. Nuestros economistas estiman 40 mil millones de dólares en Inversión Extranjera Directa en 2018 avivada por las inversiones en el sector de la energía", destacaron.