México es el mayor receptor de remesas enviadas desde Estados Unidos, las cuales crecieron a un ritmo de 8.8 por ciento en el último año; sin embargo, Paraguay, Guatemala y Ecuador experimentaron crecimiento de dos dígitos en los flujos recibidos, según el estudio publicado por el Dialogo Inter Americano.
En el documento Remesas hacia Latinoamérica y el Caribe en 2016 destaca que el total de las remesas para los países de América Latina totalizó en 69 mil 400 millones de dólares en 2016.
Solo México recibió casi 39 dólares de cada 100 que salen de los Estados Unidos por concepto de remesas enviadas durante el año anterior, concentrando 26 mil 962 millones de dólares debido a que mayor número de migrantes mexicanos, casi 7 de cada 10, envían remesas a sus localidades de origen.
"En las transferencias a México, el incremento está asociado con una mayor participación de migrantes enviando dinero, mientras que la migración mexicana pudo haberse reducido, más mexicanos ya establecidos en Estados Unidos están enviando dinero a sus familias de origen", señaló Manuel Orozco, director de Migración, Remesas y Desarrollo en el Diálogo Interamericano (DI) en Washington.
El crecimiento de las remesas hacia México duplicó su tasa de crecimiento a 8.8 por ciento en 2016 desde 4.8 por ciento que se registró en 2014 y 2015.
El porcentaje de los migrantes mexicanos que enviaron dinero se incrementó desde el 50 por ciento observado en 2006 al 66 por ciento en 2016, es decir, que más mexicanos ya establecidos en Estados Unidos están enviando dinero a sus hogares.
Envíos por la vía informal, la otra opción
La industria de las transferencias de dinero se ha desarrollado debido a la mayor competencia entre las empresas del sector, lo que ha llevado a una reducción de los costos para el remitente; pero de proceder la iniciativa de gravar con el 2 por ciento las remesas, podría provocar el resurgimiento del mercado informal, borrando los avances de transparencia y regulación al mercado, según expone el reporte de Dialogo Inter Americano.
El uso de nuevas tecnologías para el envío de remesas como puede ser las transferencias electrónicas entre cuentas o por internet, también pueden considerarse como responsables del aumento de transferencias, tanto en volumen como en frecuencia de envíos, señala.
En su informe señala que hay una mayor competencia en la industria de transferencias de dinero que, a través de sus redes de pago en la región, están contribuyendo a fortalecer las redes de pago financiero y el acceso entre los remitentes y los receptores.
La propuesta que plantea el republicano Mike Rogers es importante porque tiene implicaciones sobre el actual debate sobre la migración, ya que la imposición de impuesto sobre las remesas sería una de las formas para financiar la posible construcción de un muro a lo largo de la frontera entre México y los Estados Unidos y el gobierno mexicano se niega a pagar.
Ante esa posibilidad, Orozco señala que las opciones para los migrantes son dejar de enviar dinero; utilizar canales informales o pagar el impuesto.
"No está claro cuál sería el resultado. Las consecuencias de la tributación son más problemáticas porque cualquier impuesto aumentará los costos para las empresas y los migrantes, en el contexto de una industria competitiva existente que ya contribuye al acceso financiero de las personas vulnerables", señala.
Asimismo, otra consecuencia problemática es que el uso de mecanismos informales borraría el esfuerzo de casi dos décadas para utilizar puntos de transferencia de dinero regulados que aseguren una mayor transparencia.