Economía

Industria en México pierde dinamismo en febrero

El sector manufacturero se estancó, mientras que la construcción avanza a menor ritmo.

La actividad industrial en México tuvo un débil desempeño en febrero, con una notable caída en la minería y un estancamiento en la manufactura, lo que dejaría al sector secundario casi sin crecimiento en el primer trimestre del año.

El Indicador Mensual de la Actividad Industrial (IMAI) avanzó 1.5 por ciento anual, desde 1.7 por ciento de enero, según cifras desestacionalizadas del INEGI. Entre enero y febrero la industria creció 1.6 por ciento anual, por debajo del 3.1 por ciento reportado en el mismo periodo del año anterior.

Analistas anticipan que en el corto plazo la industria se estabilizará, con la conclusión de las obras públicas y un consumo resiliente, pero estiman que en el mediano plazo el nearshoring podría detonar las exportaciones, las inversiones, y con ello, el crecimiento de la actividad.

Por sector, en la minería se reportó una caída de 4.0 por ciento anual en febrero, su cuarto mes al hilo con retrocesos, siendo su racha negativa más larga desde noviembre de 2020 a marzo del 2021.

La industria manufacturera se estancó en 0.0 por ciento, y de los 21 subsectores, en 13 se reportó una caída anual. La más profunda fue de 13.5 por ciento en curtido y acabado de cuero y piel, y fabricación de productos de cuero y piel.

En tanto, la generación, transmisión, distribución y comercialización de energía eléctrica, suministro de agua y de gas natural por ductos al consumidor reportó un alza de 2.5 por ciento anual.


En la construcción el crecimiento fue de 12.1 por ciento anual, menos que el 16.3 por ciento del mes previo, y ligó 10 meses con alzas a doble dígito, pero el dato de febrero fue el más débil en este periodo.

“El mensaje elemental que subyace a los datos es que los catalizadores que brillaron en 2023 ya no están presentes, o por lo menos no brindan impulso en la misma magnitud”, de acuerdo con Econosignal.

Analistas de Wells Fargo señalaron que parece que tanto los motores internos como, en menor medida, los externos están perdiendo tracción, lo que complica aún más las perspectivas de un crecimiento tendencial en 2024.

Tropiezo mensual

En su comparación mensual, el IMAI tuvo una caída de 0.1 por ciento respecto a enero, mes en el que avanzó 0.2 por ciento.

El resultado se explica por el retroceso de 2.5 por ciento en la construcción, y por la baja de 0.8 por ciento en la industria minera.

Si bien la tendencia de la construcción es a la baja, se esperan mejores noticias en el futuro, impulsadas por proyectos tanto públicos como privados, según Andrés Abadia, economista en jefe para LATAM de Pantheon Macroeconomics. “El gobierno está enfocado en completar obras de infraestructura prioritarias antes del final de la administración”.

Expectativas

Para Ve por Más, en el corto plazo, la resiliencia en el consumo y en la inversión seguirían dando cierto apoyo a la actividad industrial y para el segundo semestre prevé una desaceleración más clara.

Monex prevé un comportamiento mixto para la industria ante un ligero debilitamiento en el sector de la construcción y de las manufacturas. Sin embargo, la entrega de proyectos del gobierno federal impulsará la construcción y en las manufacturas se espera un crecimiento de la industria automotriz de la mano del nearshoring.

Alberto Ramos, economista en jefe para América Latina, de Goldman Sachs, dijo que es probable que las presiones de costos, las altas tasas de interés, las estrictas condiciones financieras internas, la incertidumbre política, la débil confianza empresarial y la moderación de la demanda externa afecten a la industria en el corto plazo. No obstante, espera un desempeño favorable para todo el año, impulsado por el gasto en inversión.

Banco Base indicó que el IMAI se suma a una serie de indicadores de la economía con desempeño negativo al inicio de año, elevando la probabilidad de que el PIB se contraiga en el primer trimestre y registre una desaceleración en el año.

Prevé que en 2024 el crecimiento de la industria ronde 3.0 por ciento, impulsado por la construcción, específicamente por las obras de ingeniería civil, pero el avance podría verse afectado si no se materializa el gasto presupuestado para obras públicas, y por la incertidumbre derivada de las elecciones en México y Estados Unidos.

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