Economía

Consultas por el T-MEC: ¿Por qué EU cree que AMLO les está dando ‘atole con el dedo’?

El columnista Darío Celis aseguró que la administración de Joe Biden se siente ‘engañada’ por su contraparte mexicana.

El Gobierno de Estados Unidos tiene un fuerte descontento con la administración de Andrés Manuel López Obrador. ¿El motivo? Las consultas entre ambos países en el marco del T-MEC por la política energética de México.

El columnista Darío Celis asegura que la administración de Joe Biden “se siente engañada” por los últimos movimientos que su vecino del sur ha hecho en el equipo negociador: las renuncias de Tatiana Clouthier y Luz María de la Mora, secretaria y subsecretaria de Economía, respectivamente.

“Hasta el pasado 28 de septiembre, día en que representantes del embajador Ken Salazar hablaron por última vez con sus pares mexicanos, las pláticas iban por buen camino para evitar las sanciones”, explica en su columna.

Lo que se ocultó entonces al equipo de EU es que Clouthier ya había comunicado sus intenciones de dejar el cargo. Quien fuera coordinadora de campaña del presidente dijo que planteó su renuncia a López Obrador al menos dos veces en este año: el 26 de julio y 9 de septiembre.

“Clouthier ya había puesto dos días antes su renuncia en el escritorio del tabasqueño porque no pudo romper la resistencia de los duros”, apunta Celis.

AMLO nunca tuvo intenciones de ceder en negociación

Otro punto que México ocultó a EU es que el presidente López Obrador nunca cambió de parecer sobre la interpretación de que la política energética promovida por su administración es correcta y no viola el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).


El engaño, comenta Celis, es que el titular del Ejecutivo “siempre daba el visto bueno a lo que hacía Tatiana y con ese mensaje se quedó la contraparte”.

Sin embargo, López Obrador en realidad estaba del lado de Roció Nahle, secretaria de Energía quien “salió a cerrar el paso al curso de las negociaciones que por más de un año mantuvieron Clouthier y De la Mora, a las cuales consideró ‘entreguistas’ a los intereses de Estados Unidos”.

“Cuando (Clouthier) renunció dos días antes de la última comunicación de mexicanos y representantes de la embajada estadounidense, y la hizo pública ocho días después, la gente de Salazar cayó en cuenta que el inquilino de Palacio Nacional les estaba dando atole con el dedo”, comenta Celis.

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