Culturas

El cantante de ópera amante de la electrónica: Vincent Niclo

Niclo aportó su matiz a los conciertos de la soprano Sarah Brightman en su tour mundial ‘Hymn’.

Vincent era un niño parisino envuelto en la música; su primer show lo dio a los cinco años. Un día escuchó en la radio el timbre brillante y fantástico del tenor Luciano Pavarotti. La melodía impactó tanto en el pequeño que de un suspiro brotaron de su rostro las lágrimas que sellaron en su corazón la pasión por convertirse en un cantante capaz de incursionar en el pop y la ópera, pero amante en secreto de la electrónica.

Mientras que la ópera fue el puente que unió a Vincent con su pasión y aspiración, la música electrónica es la cuerda que lo ata al pensamiento, a la meditación y al dejar de ser por solamente sentir. Fluye.

Puedes ser un cantante de ópera y amar la electrónica.”

Vincent Niclo
Cantante

México en el corazón de un parisino

México produce un encanto único a nivel internacional gracias al talento de sus artistas. Es la cuna de una diversidad musical llena de folclor . El cantante francés lo reconoce en músicos como el tenor Rolando Villazón, pero también hay un artista que le mereció un reconocimiento especial: Luis Miguel.

"La voz de Luis Miguel es la mejor de América, tiene un timbre especial y con mucha emoción, y cuando el canta puedes decir '¡oh! Es Luis Miguel'", reconoce Niclo, "tiene un timbre especial porque si tú escuchas muchas voces y eres capaz de distinguir alguna, significa que esa voz es diferente".

Fuera de los géneros que usualmente interpretan los artistas operísticos, Niclo no le teme a otro tipo de armonías. Posee gallardía. Cantó a dueto con Michael Legrand y aunque nunca había interpretado piezas con un toque de jazz, ahora recuerda la interpretación como una de las más significativas en su vida.

La voz de Luis Miguel es la mejor de América, tiene un timbre especial y con mucha emoción, y cuando el canta puedes decir '¡oh! Es Luis Miguel'"

Vincent Niclo
Cantante

Si nos alejamos más de Mozart, Verdi y Donizetti, llegaremos a uno de los rincones más criticados: el reggeaton. Vincent no descarta algún día formar parte de esos ritmos sincopados que tanto encantan a la gran mayoría de los 'millenials', sin embargo reconoce que no es su talento, pero... ¿podría cantar aquellas notas salvajes, cargadas de metal, de Corey Taylor? ¿O de Rammstein? ¿Un poco de metal alternativo? Eso sería una odisea que no se atrevería a empezar, pues advierte que podría resultar dañino para sus cuerdas vocales.

El cantante francés es un discípulo ávido de conocimiento. Busca darle el estilo oportuno a su carrera al colaborar con artistas de gran investidura como Celine Dion, Sarah Brightman, Plácido Domingo, Michael Bublé e Il Divo.

De la aflicción a la pasión

Antes de ser tan familiar con el escenario. El joven le temía al público. Sus ojos sólo reflejaban una cosa: miedo. Buscaba escapar de la audiencia, se volteaba; era presa de la angustia. Así vivió algunos años, hasta que la cantante Celine Dion le compartió las palabras que cambiarían su forma de vivir la música.

"Ella (Celine Dion) me dijo 'tú tienes que darle a la audiencia y ella te lo devolverá', y desde ese día no tuve estrés, aunque estuve con Sarah Brightman, mi corazón latió más rápido pero me tranquilizo, es sólo disfrutar el momento", recuerda Niclo.

Mientras que el público lo espera, el músico se asoma detrás del telón, contempla la audiencia, anhela apoderarse del escenario, pues ahora no hay mayor desesperación para él que tener que esperar el momento en el que la cortina escarlata le otorgue la señal del inicio del espectáculo. En su mente nunca se situó la posibilidad de desistir, comprendía enteramente a lo que podría enfrentarse al haber elegido a la música.

"A veces la vida de un cantante es difícil, cualquier artista lo puede decir, porque es una vida dura, a veces estás feliz porque las cosas van funcionando muy bien, otras veces caes, a veces te sientes perdido, así me pasó a mí muchas veces. Hay algo muy fuerte que siempre está aquí, que no puedes explicar -refiriéndose a su corazón- que es realmente luz, siempre te está empujando, algo que te dice que sin ello no puedes imaginar tu vida", exterioriza.

Vincent Niclo estaba seguro del camino que trazaría. Se aferró a la esperanza que poseía para sellar una trayectoria. Sólo él avistaba dentro de sí la magia de su pasión, conocía los escollos, pero nunca serían suficientes los motivos para dejar de dotar su vida de las melodías más versátiles. Cuando no está en un escenario interpretando arias de ópera, se abstrae con la ayuda de sus audífonos al ritmo de la electrónica.

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