Bloomberg Businessweek

Guerra comercial de Trump, una probable 'tormenta económica' para su bastión llamado 'Alabama'

Alabama, hogar de Airbus, Mercedes Benz y de un puerto marítimo muy activo, sufriría por los nuevos aranceles del mandatario.

Jimmy Lyons debería dormir bien. Hay mucha actividad en el puerto de Mobile, en donde realiza supervisión por ser director de la Autoridad Portuaria del estado de Alabama, Estados Unidos. El gigante europeo de la aviación Airbus SE está ampliando una planta cercana que depende del puerto para el transporte de piezas que son críticas. Y en la vecina ciudad de Tuscaloosa, que se ubica a tres horas y media de Mobile, hay mucho movimiento en la fábrica de Mercedes-Benz, razón por la cual la autoridad portuaria está construyendo un nuevo punto de exportación de automóviles.

Pero Lyons tiene muchos motivos para preocuparse. Alabama pudo evitar la ira del huracán Dorian en septiembre (a pesar de las previsiones del presidente Donald Trump), pero las guerras comerciales amenazan con provocar una fuerte tormenta económica en el estado. "Lo que me roba el sueño es una recesión global", dice Lyons. "He visto lo que puede hacerle a nuestra industria. Se hunde muy rápido y se recupera muy lento".

El conflicto con China ya ha provocado una caída en las exportaciones de granos desde el puerto de Mobile. Una desaceleración en la economía mundial perjudicaría los envíos salientes de carbón metalúrgico que representan 12 millones de los 28 millones de toneladas de mercancías que pasan por el puerto anualmente. Pero lo que más amenaza a Alabama en estos días es la posibilidad de que Donald Trump abra un nuevo frente europeo en sus guerras comerciales.

Se espera que a principios de octubre la administración Trump aplique nuevos aranceles a las importaciones de la Unión Europea.

La decisión de aprobar dichos aranceles es de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que en 2018 dictaminó a favor de Estados Unidos una disputa de larga data sobre los subsidios ilegales que Europa le concede a Airbus (el anuncio de la OMC sobre el valor de los bienes que pueden ser gravados está al caer).

Luego, en noviembre, se cumplirá el plazo que el presidente Trump fijó para decidir si seguir adelante con los aranceles al sector automotriz que impactarán a los grandes fabricantes europeos como Mercedes, que desde los años noventa fabrica vehículos en Alabama.

Trump ha dicho que la relación comercial de Estados Unidos con la Unión Europea es incluso "peor" que la que tiene con China.

Hasta julio, Estados Unidos tenía un déficit comercial de 103 mil millones de dólares con la UE, y los automóviles y las autopartes constituían un gran porcentaje de esa cifra. Los aranceles sobre las importaciones de fuselajes, trenes de aterrizaje y otros componentes de Airbus fabricados en Europa también contribuirían a remediar en cierta medida el desequilibrio comercial con la UE.

Pero Alabama también resultaría castigado, la UE es el mayor inversor extranjero del estado. Tan solo las empresas alemanas han gastado ocho mil 500 millones de dólares desde 1999, asegura Greg Canfield, secretario de comercio de Alabama. En el estado operan 82 empresas alemanas, 51 empresas francesas y más de dos docenas de compañías británicas, dice. "Los lazos económicos de Alabama con Europa, y Alemania en particular, se remontan a décadas", apunta Canfield.

El senador demócrata Doug Jones sostiene que la amenaza de los aranceles automotrices ya está afectando la inversión. Pero lo que más le preocupa es lo que le pasaría a un estado que se ha convertido en el hogar de un número creciente de plantas armadoras de automóviles si realmente se implementan. Los aranceles "no provocarán el cierre de todas esas plantas. Pero no van a poder expandirse", dice. "Y lo mismo es cierto en el caso de Airbus".

La planta de Airbus en la ciudad de Mobile produce aviones A320 a razón de cinco por mes. Y prevé duplicar su producción para 2023 con la adición de una línea de producción para el modelo A220, una ampliación que creará al menos 600 puestos de trabajo. Esto es, claro, si las guerras comerciales no obstaculizan los planes. "Cualquier arancel impuesto a los componentes principales (fuselajes, alas) tendría un impacto en nuestro modelo de negocio", apunta Daryl Taylor, el ejecutivo de Airbus a cargo de la producción en la planta de Mobile.

Él indica que el 40 por ciento del costo de los aviones fabricados allí se gasta en aviónica, motores y otras piezas adquiridas en Estados Unidos. La administración Trump ya rechazó una solicitud de la compañía para eximir del pago de aranceles a las aeronaves A220 que se fabrican en China.

Mercedes, por otro lado, está construyendo una nueva planta de baterías cerca de su fábrica en Tuscaloosa, proyectada para suministrar baterías a los vehículos eléctricos que la automotriz alemana espera producir allí.

Si Trump sigue adelante con su amenaza de aplicar aranceles a las autopartes, eso podría elevar el precio de una miríada de componentes importados más allá de las baterías, frustrando la estrategia manufacturera de Mercedes. En riesgo potencial se encontrarían parte de los ocho mil empleos que el fabricante de automóviles y sus proveedores han traído a Alabama.

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