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Del Tren Maya al ‘Plan C’... los pendientes de AMLO

Desde su campaña a la Presidencia, López Obrador prometió grandes proyectos, que afirma ha cumplido al 99%.

No hay fecha que no llegue, ni plazo que no se cumpla y al Presidente Andrés Manuel López Obrador le quedan solo 10 meses de gobierno.

Reconocido por ser el primer Presidente de México emanado de la izquierda, AMLO ha sido tan polémico como querido, y aunque su mayor promesa fue “acabar con la corrupción” y dejar fuera a la oposición, desde el inicio de su gestión hizo 100 compromisos con la ciudadanía.

Y de ellos, ¿cuántos están concluidos? En septiembre de 2020, el Gobierno federal publicó un documento en el que afirmó que de esas 100 promesas, 95 de ellas ya se habían cumplido y solo cinco estaban “en proceso”, entre ellas, la eliminación de cualquier tipo de fideicomiso, la resolución del caso Ayotzinapa y la descentralización de las dependencias públicas.

Para el 2 de octubre de este año, el Presidente afirmó que ya solo le restaba resolver el crimen en torno a la desaparición de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero.

Pero, si estas promesas se cumplieron al 100%, ¿qué hará AMLO en la última parte de su gestión?

Las megaobras de la 4t

En julio de 2018, como virtual Presidente electo, López Obrador comenzó a presentar sus proyectos prioritarios: la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) y en su lugar la construcción de una terminal aérea más austera, el impulso del Corredor Interoceánico-Istmo de Tehuantepec, y la construcción del Tren Maya.

AMLO se comprometió también a trabajar por la independencia energética de México y, para ello, prometió la refinería de Dos Bocas, en Tabasco.

Al día de hoy, de estos proyectos, dos están oficialmente inaugurados, al menos en sus primeras etapas: la terminal aérea, que recibió el nombre de Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y la refinería de ‘Dos Bocas’, en Paraíso, Tabasco.

En tanto, el Corredor Interoceánico y el Tren Maya siguen en construcción, pero aún con ello, AMLO ya se habría llevado una ‘estrellita en la frente’, pues en el caso del Tren, la promesa fue solo construirlo.

“Se construirá el Tren Maya para comunicar por este medio de transporte rápido y moderno a turistas y pasajeros nacionales en los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo”, reza su promesa 68 de 100, según el documento emitido por la Presidencia de la República.

Pese a lo que se dice en letra, antes de que termine su gestión, el Presidente aseguró que dejará operando este proyecto a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que además incluye la apertura de zonas arqueológicas, hoteles y paraderos.

La idea es que el próximo 15 de diciembre se inaugure el primer tramo del Tren, que correrá de Campeche a Cancún y, para febrero, el objetivo es que todo esté terminado al 100 por ciento.

En tanto, el Corredor Interoceánico-Istmo de Tehuantepec, un proyecto ferroviario de carga y pasajeros, para conectar los puertos de Coatzacoalcos, Veracruz, y Salina Cruz, Oaxaca, tiene como fecha de inauguración el 22 de diciembre próximo.

A la par, al Presidente le quedará pendiente que tanto el AIFA como la refinería operen con más soltura, pues la promesa es que para el próximo año ‘Dos Bocas’ esté procesando 340 mil barriles diarios, mientras que el aeropuerto llegue a transportar los 20 millones de pasajeros anuales para los que fue inaugurado en su primer etapa.

A estos proyectos se suma uno más: la inauguración de la ‘aerolínea del estado’: Mexicana de Aviación, cuyo primer vuelo estaba anunciado para este 1 de diciembre, pero fue pospuesto.

El capital político que falta

En lo que va de su sexenio, AMLO ha intentado impulsar varios movimientos políticos que favorezcan sus proyectos de Estado, pero desde 2021 la situación se complicó, pues Morena y sus partidos aliados, el del Trabajo (PT) y el Verde Ecologista de México (PVEM), perdieron la mayoría de dos terceras partes en la Cámara de Diputados.

Un ejemplo de cómo se les complicó el escenario, fue el rechazo al llamado ‘Plan B’ electoral, este año.

El plan consistía, entre otras cosas, en aplicar una reducción de gastos operativos al Instituto Nacional Electoral (INE), así como cambiar las reglas para que partidos con menos del 3 por ciento de sufragios desaparecieran sin pretextos. Al verse frenado el tema, AMLO sugirió un ‘Plan C’, que le costó apercibimientos del INE, pues llamó a que en 2024 hubiera un voto masivo a favor de Morena y sus aliados, para aprobar el ‘Plan B’ y realizar otros movimientos, como una reforma para que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sean elegidos por voto popular.

De acuerdo con el Mandatario, de lograr una mayoría en 2024, en ambas Cámaras, él contaría con un mes para hacer movimientos políticos, pues la renovación de las legislaturas es el 1 de septiembre, mientras que su sexenio culminará el 1 de octubre.

No obstante, Andrés Manuel López Obrador ha aseverado que aunque estos cambios en materia política no logren concretarse al final de su gestión, los sugerirá a su sucesor o sucesora, mientras él se jubila con la conciencia tranquila de que dejó la ‘casa en orden’.

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