Prueba de manejo Kawasaki Versys-X 300: versatilidad en tamaño compacto

El segmento del doble propósito tiene un abanico de opciones muy amplio. En la parte baja del espectro encontramos ejemplares que sorprenden a pesar del tamaño, ya sea por las capacidades o el equipamiento en general. Kawasaki Versys-X 300 pertenece a este grupo.

Con esta motorización hay una sola versión en nuestro país, valioso para conductores novatos en el segmento, pero atractivo por practicidad y ligereza para los más experimentados. El puesto de manejo es cómodo y fácil de llevar casi en cualquier contexto gracias a un motor de dos cilindros, montado en un chasis tubular.

Es una mecánica muy elástica que puede arrancar en segunda velocidad y estirar su funcionamiento hasta cerca de las 12 mil revoluciones antes del corte gracias a pistones angostos que pueden moverse a gran velocidad. Sorprende encontrar una buena entrega de potencia desde el rango bajo del tacómetro.

La posición de manejo es más erguida que inclinada, lo que nos permite un mejor dominio de nuestro entorno, reduce la fatiga cuando pasamos mucho tiempo a bordo y también nos permite un mejor rango de maniobra, al tener una dirección con mayor desplazamiento lateral.

Nos podemos sentir a momento en una moto de mayor cilindrada, pero el bajo peso y el centro de gravedad cercano al piso nos recuerdan que en esta moto podemos maniobrar de manera ideal en el tránsito urbano o en veredas no tan complicadas.

Al ver el tablero podríamos llegar a pensar que se trata de una tecnología un tanto rezagada, sin embargo, cumple con las necesidades básicas. Tal vez si se nos antoja una pantalla con mejor retroiluminación para estar en línea con los modelos más actuales del mercado.

Monta frenos ABS tanto en la rueda delantera con rin de 19″ y disco de freno de 290 mm, como en la trasera, con un rin más pequeño, de 17″ y un disco 70 mm más compacto. El diseño de los rines de rayos también contribuye a la vista y funcionalidad doble propósito.

Versys-X 300 es una moto que puede satisfacer las necesidades de quien busca funcionalidad en el día a día, que sorprende con su capacidad de aceleración y hasta cuando nos demos una escapada en otro tipo de caminos, el verdadero significado de una doble propósito.