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ANÁLISIS: Banxico en una encrucijada


Esteban Rojas H
 
Las señales encontradas entre el débil desempeño de la economía mexicana y el alza de las tasas de interés en los Estados Unidos, colocan al Banco de México en una situación complicada para tomar una decisión en su reunión de política monetaria, programada para el próximo viernes.
 
El instituto central bajó su tasa de referencia a 4.0% de manera preventiva en el pasado marzo, en medio de un contexto caracterizado por una creciente inflación, lo que en su momento le valió algunas críticas.
 
Al paso del tiempo, se demostró que Banxico tenía la razón al considerar que el crecimiento de los precios al consumidor disminuiría y que el riesgo mayor lo constituía la desaceleración en la economía.
 
Las diferencias de aquel entonces con la situación actual son fundamentalmente dos:
 
La primera, es que la inflación ahora muestra una tendencia descendente, al ubicarse por debajo del rango máximo de tolerancia del Banco de México.
 
La segunda, es que en la actualidad existe el riesgo de un freno a la política monetaria en los Estados Unidos, situación que no se daba con la misma intensidad en los primeros meses del presente año.
 
La constante, entre el pasado marzo y ahora, es que el balance de riesgos sigue apuntando a un lento crecimiento de la actividad económica en nuestro país.
 
Las condiciones internas están lo suficientemente maduras para apuntar a una nueva reducción en la tasa de referencia de Banxico. Lo único que lo podría frenar seria la creciente alza en las tasas de interés en los Estados Unidos.
 
Una reducción en la tasa de referencia por parte del instituto central sería una señala que contribuiría a suavizar el alza en las tasas de interés en el mercado secundario de deuda, para evitar que el mayor costo del dinero mantenga en presión de baja al dinamismo de la economía.
 
De mantener sin cambio la tasa de referencia en 4.0%, se demostraría que, lo único que puede bajar Banxico, es su estimación de crecimiento del PIB.
 
La decisión no es fácil, dado que también habría que considerar que una reducción en la tasa objetivo del instituto central podría ser una señal para que los capitales foráneos puedan salir del país a mayor velocidad.
 
En otro frente, en la subasta primaria de valores gubernamentales número 36 del año, es posible sesgo alcista en el horizonte de largo plazo.
 
El rendimiento de los Cetes podría registrar pocos cambios. Lo mismo sucedería en la subasta de este instrumento con propósito de regulación monetaria, la cual se efectuará el miércoles, por un monto de 30 mil millones de pesos.
 
La tasa del denominado bono M a 30 años con vencimiento en noviembre del 2042, probablemente se incremente alrededor de 0.78 puntos.

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