Madrid.- "Mi generación se formó a la sombra del generoso árbol de sus letras y nunca olvidará su incomparable magisterio. Dejo estas líneas como una señal siempre incompleta de gratitud hacia su obra". Así recordó el escritor Juan Villoro al poeta José Emilio Pacheco, quien murió el pasado domingo a los 74 a causa de un paro cardiorespiratorio.
Con motivo de la conferencia "Centenario del nacimiento de Octavio Paz (1914-2014)" en esta ciudad, el autor de "Arrecife" aseguró que Pacheco "fue un polígrafo que se dedicó a todos los géneros que pueden practicarse por escrito", ya que, señaló, practicó todos los géneros: poesía, ensayo, novela, guión y cuento.
Asimismo, indicó que "Inventario" - la columna que José Emilio publicaba en la revista Proceso - "es una enciclopedia del mundo contemporáneo; sus temas eran los libros, las vidas de los escritores y las relaciones entre ellos, pero también fue un gran crítico moral".
"(JEP) fue una conciencia moral sumamente viva y lúdica en sus cuentos y en su poesía, y hay una afirmación de la vida que creo es la que debemos recordar en este momento de su muerte", expresó.
Juan Villoro recordó que el autor de "Las batallas en el desierto" siempre se caracterizó por ser un hombre modesto: "él solía firmar sus artículos con sus iniciales como si fuera un simple notario de la realidad y, sin embargo, era uno de los mayores autores del idioma español".
Destacó también que Pacheco tenía "una especial capacidad de entender la forma en que los niños miran el mundo", por lo cual pudo ubicar a los infantes como personajes centrales de sus historias, "sin hacer propiamente literatura infantil".
Respecto a la poesía de José Emilio, afirmó que ésta "es una moral crítica de la realidad, que busca una solidaridad con el otro, que ese otro puede ser un animal o un inmigrante, o puede ser alguien sin nombre".
En el libro de condolencias en el Instituto de México en España (en la Embajada mexicana), Villoro escribió: "Poeta, ensayista, novelista, conciencia crítica de México, José Emilio Pacheco deja un legado imprescindible".