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Subasta: ¿cómo participar en una puja?

Antes que todo, debes llevar una tarjeta de crédito. En la entrada se puede adquirir el catálogo impreso, el cual se puede consultar en Internet, en donde se incluye la descripción de cada lote con el precio de reserva, que es el mínimo con el que debe salir a subasta.

Antes de asistir a una subasta de arte, primero hay que relajarse porque en realidad es una actividad, independientemente si se compra o no, interesante y divertida. Para llegar a la Casa de Subastas Morton no se necesita invitación, la puerta está abierta para todos.

Si está interesado en pujar, tiene que llevar tarjeta de crédito. Para ingresar, durante el registro debe dejar un depósito en garantía de 10 mil pesos (el monto varía según la subasta), con lo que se le entrega una paleta de acrílico con un número.

La sala parece un museo. Las paredes están repletas de los objetos codiciados del encuentro. En la entrada se puede adquirir el catálogo impreso, el cual se puede consultar en Internet, en donde se incluye la descripción de cada lote con el precio de reserva, que es el mínimo con el que debe salir a subasta.

Antes de que inicie, los pujadores se sientan frente al martillero o subastador, quien es el encargado de dirigir. Hay meseros que ofrecen una copa de vino, refresco o canapés. Se recomienda estar concentrado, porque la puja es tan vertiginosa que cualquier distracción podría dejarlo sin la obra deseada.

El martillero inicia y no se detendrá en tres horas.
Conforme va avanzando la subasta, puede haber pujas intensas, en las que las paletas de acrílico no dejen de levantarse hasta alcanzar la pieza anhelada.

Si al finalizar no compró nada, se le regresa íntegro el depósito inicial, así que no hay pierde. Pero si ahora es el feliz dueño de una obra, tome en cuenta que debe pagar una comisión del 10 o 20 por ciento – también varía según la subasta – y el IVA.

Expertos martilleros
Morton
abrió en 1988 como galería de antigüedades y ese mismo año comenzó a realizar subastas. En su salón ya se han vendido obras de Tamayo, Diego Rivera y Siqueiros en sumas millonarias. El cuadro que mejor se ha vendido hasta el momento es Vista del Valle de México desde el cerro de Santa Isabel, de José María Velasco, el cual superó el millón de dólares.

Durante todo el año realizan subastas en Lomas y en Polanco, hay para todos los gustos y todos los bolsillos, asegura Vivian Goristein, gerente del departamento de Arte Moderno y Contemporáneo. Antes de ir a una subasta, la experta recomienda ver los catálogos en su página de Internet (www.mortonsubastas.com), ir a la exposición previa a la subasta, comprar lo que le guste y lo que está al alcance de su bolsillo; es importante ponerse un límite monetario.

"Se montan las obras una semana antes para que la gente vea lo que le emociona, lo que le baja la presión y por lo que sí levantaría la paleta; si la persona no va a estar presente, se puede subastar al teléfono y por Internet", destaca Goristein.

"Compren lo que les gusta, no hay mejor inversión, además del enriquecimiento espiritual, se convierte en parte del patrimonio de una persona".

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Próximas subastas: libros y documentos antiguos. 30 de julio, 19:00 horas

Relation des Choses de Yucatán de Diego de Landa
Precio: 10 mil a 12 mil pesos.

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La imprenta en México (1539-1821)
Precio: 28 mil a 32 mil pesos

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Trajes regionales mexicanos
Precio: 20 mil a 24 mil pesos

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