After Office

Réquiem por una pantalla

La TV se encuentra en un estado lamentable, dice Miguel Sabido, pionero de la telenovela histórica en México, quien asegura que lo que hizo en Televisa fue utilizar la televisión de una manera social.

La televisión es aún la gran maestra de la sociedad y está contribuyendo al deterioro del tejido comunitario, asegura Miguel Sabido.

Pionero de la telenovela histórica en México, Sabido creó un modelo cultural en Televisa, que se mantuvo vigente de 1975 a 1997.Para él, la muerte de Emilio Azcárraga Milmo y el relevo de su hijo, Emilio Azcárraga Jean, fue el inicio de la decadencia que tiene en crisis a la televisora, dice en entrevista.

"He visto muchos cambios en el país desde que debuté profesionalmente en teatro a los 15 años, y me extraña que no se revalore la cultura en la TV", advierte el creador de telenovelas históricas como La tormenta y Senda de gloria, quien recién cumplió 80 años, casi todos dedicados al arte.

Para Sabido, el cuidado de los contenidos televisivos es un tema de Estado, pues de origen, el uso social de la televisión privada fue una orden de Luis Echeverría cuando creó la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión, en 1970.

"Gracias a que Emilio Azcárraga Milmo entendió la posición de Echeverría y me dejó a cargo, pude hacer cosas maravillosas. Los compañeros de la cultura me satanizaban y decían que lo que yo quería era justificar el monopolio, y no, lo que hice fue utilizar la televisión de una manera social", asegura.

Las telenovelas de narcos lo único que hacen es justificar, enaltecer a los delincuentes y eso es terrible, un daño gravísimo a la sociedad.


"Azcárraga Milmo fue un titán, un gigante con cualidades excepcionales y con defectos gigantescos también. Una de sus carencias era que no sabía verbalizar, por eso ha sido condenado por una sola frase, que dijo en una entrevista de banqueta".

"Hacemos televisión para un pueblo de jodidos", fue, palabras más o menos, el lapidario dicho que el Tigre soltó, según Sabido, sin pensar. "Debió decir que trabajábamos para los mexicanos desposeídos del derecho a la cultura, y no hubiera faltado a la verdad. Pero lo formuló de una manera tal que sus enemigos tomaron esa infortunada frase y lo hicieron pasar a la historia por eso, sin ver la gran labor que realizó".

Para el también dramaturgo, los espectadores aprenden de las conductas que ven en la pantalla, por eso afirma que las producciones televisivas de los últimos años han influído en la descomposición social.
"La tele ahora se encuentra en un estado lamentable, vergonzoso. Dejé de hacerla porque ya no me lo permitieron, después de la muerte de Emilio Azcárraga Milmo, presenté diversos proyectos sin que aprobaran ninguno, y decidí presentar mi renuncia en el año 2000", comparte.

"Me di cuenta de que iba a pasar lo que está pasando ahora. Cuando Azcárraga Jean vendió Univisión, me enojé mucho, y como yo era vicepresidente de evaluación, tenía derecho a hablar, le dije que era una locura, porque vendió el futuro de la televisión mexicana, no sólo de Televisa. Yo sabía que Univisión iba a crecer tanto que iba a llegar un momento en que Televisa se iba a convertir en una maquiladora".

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Al dejar de producir para México, advierte el escritor, se toman en cuenta solo los gustos del auditorio latino en Estados Unidos. "Es una situación muy grave que debería discutirse abiertamente con el presidente de la República. Producciones como las telenovelas de narcos lo único que hacen es justificar, enaltecer a los delincuentes y eso es terrible, un daño gravísimo a la sociedad".

Insiste en que a pesar de que no se reconozca así, la televisión educa. Aunque no es necesariamente una educación positiva.

"Esto no es una fábrica de sueños, si así fuera no habría un solo comercial; el anunciante quiere que aprendamos una conducta y así sucede, aprendemos a comprar los productos que nos ponen en pantalla. El público sigue aprendiendo, afirmando valores a través de las series y las telenovelas, inclusive de los noticieros", dice.

El público sigue aprendiendo, afirmando valores a través de las series y las telenovelas, inclusive de los noticieros.


Miguel Sabido comenzó a trabajar para la televisión mexicana por invitación del productor Ernesto Alonso. Su primera telenovela (titulada originalmente Guía en la sombra, que se grabó como Las momias de Guanajuato) fue escrita en coautoría con Vicente Leñero, Inés Arredondo y Guadalupe Dueñas, quienes eran becarios del Centro Mexicano de Escritores.

Entre sus producciones para la pantalla chica destaca La Constitución, la única telenovela en la que actúo María Félix y la creación del Canal 9. También fue asesor de Indira Gandhi, y produjo en India dos telenovelas de contenido social.

"Con esas producciones descubrí todo un universo, me di cuenta de la importancia social del género y sigo estudiándolo hasta ahora. Es grave que no se tome en cuenta nada de eso. Lo único que importa es el rating, y no el de México, sino el de Estados Unidos", señala.

"Resulta escandaloso que aquí pasen telenovelas como La Piloto, en la que la protagonista lleva cocaína a los vecinos del norte y el premio que el personaje recibe es la ciudadanía norteamericana; esos son valores totalmente distintos a los nuestros".

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