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LeBron James, la figura que no cautiva a todos

"Me siento confiado porque soy el mejor jugador del mundo. Así de simple", dijo el basquetbolista de 30 años que consiguió 40 puntos en el último duelo contra los Warriors de Golden State. La serie va 3-2 favor los rivales californianos y James asegura que él está asumiendo la mayor carga en los Cavaliers de Cleveland.

Los medios de Ohio ya le apodaban King a LeBron Raymone James antes de que estuviera cerca de llegar a la NBA. Su desempeño sobre la duela lo convierte en uno de los mejores jugadores activos y desde su debut, varios récords de la liga son acechados por él. A pesar de que su nombre quedará grabado en la historia del deporte, parece faltarle una dosis de carisma capaz de convertirlo en el verdadero Rey de la disciplina.

En el Draft de 2003 fue el primer elegido; provenía de la preparatoria St. Vincent-St. Mary. Se quedó en el equipo del estado donde creció: los Cavaliers de Cleveland. Nació en Akron, condado al sur de la capital de la entidad. Su madre, Gloria James, tenía 16 años cuando dio a luz y Anthony McClelland, su padre biológico, se fue antes de aquel 30 de diciembre de 1984. Gloria terminó la preparatoria con la ayuda de su mamá y hermanos.

Freda, la abuela de LeBron, murió cuando él tenía tres años y madre e hijo comenzaron una serie de mudanzas de departamento en departamento por la incapacidad de pagar las rentas. De acuerdo con Lew Freedman, autor de la biografía del actual líder de los Cavs, el atleta no hacía amigos fácilmente y solía tener problemas en la escuela. Cuando tenía 10 años, Frankie Walker se convirtió en una de las pocas personas cercanas a él. Ambos jugaban futbol americano y el padre de Frankie se percató de la situación económica de LeBron. La familia Walker asumió su tutoría e hizo que el niño de Akron retomara la escuela.

"Yo sólo tengo tres buenos amigos en esta liga, y son Carmelo (Anthony), C.P. (Chris Paul) y Dwyane Wade. Después de ellos, tengo muchos compañeros de equipo", dijo el número 23, quien es conocido por su carácter fuerte dentro de la cancha, lugar donde asume la posición de líder.

Quienes conviven con la estrella de la quinteta de Cleveland dicen que sabe cuándo debe presionar a sus coequiperos y quienes reciben regaños de su parte entienden que es para corregir. "¿Sabes lo que puede hacer alguien para hacer mejor a su equipo?", le preguntó James a su biógrafo. "Eso es algo que aprendí de Michael Jordan", contesto él mismo.

"Me siento confiado porque soy el mejor jugador del mundo. Así de simple", dijo el basquetbolista de 30 años que consiguió 40 puntos en el último duelo contra los Warriors de Golden State. La serie va 3-2 favor los rivales californianos y James asegura que él está asumiendo la mayor carga.

A pesar de su aparente arrogancia, el hombre de Akron no olvida sus raíces y desde 2004 estableció la LeBron James Family Foundation, con la que apoya a niños de su ciudad natal a través de programas educativos (en unión con escuelas públicas).

Hoy los dirigidos por David Blatt juegan en casa y deben obtener el triunfo para forzar el séptimo partido por el título. El cuatro veces ganador del premio MVP tiene la oportunidad de sanar la barrida que sufrieron los de Cleveland ante los Spurs de San Antonio en 2007 cuando disputó su primer final.

Ohio, estado que no celebra ningún título deportivo desde hace más de cinco décadas, confía en uno de sus héroes para conseguir una alegría. James ya sabe lo que es ser campeón (2012 y 2013 con el Heat de Miami) y todavía puede hacer crecer su imagen para emular a Michael Jordan, rival de comparaciones, pero ídolo a quien no ha despojado de la corona, pese a la destacada habilidad con la pelota.


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