After Office

Cachorros, una loma inestable

Eddie Butler superó la depresión sufrida en su paso por Rockies y llegó para brillar en la rotación de Cachorros. Sin embargo, su esfuerzo ha sido insuficiente para levantar el nivel del equipo. Por ahora, el campeón del mundo sufre en la medianía.

La tercera temporada de Eddie Butler con el Rockies de Colorado fue el punto más alto de su depresión. Perdió el amor por el beisbol y la motivación para entrenar. Le frustró no establecerse en las Grandes Ligas, pese a que fue considerado uno de los mejores jugadores de la historia de la Universidad de Radford, Virginia. Sus lanzamientos eran predecibles.

El pitcher contó a Tommy Birch, del The Des Moines Register, que se sintió incómodo por la altura de la ciudad. Explicó que el aire delgado de la región hizo que sus pitcheos estuvieran imprecisos y provocó que los bateadores le conectaran más imparables. En tres temporadas con esa organización (2014-2016) sólo logró 6 victorias en 28 salidas a la loma.

Los directivos del Rockies se cansaron de él. El 28 de enero pasado lo colocaron en el departamento de asignaciones –listado que permite a los equipos separar a un jugador de su roster y contratar a uno nuevo- lo que puso en entredicho su carrera en las Mayores. Diez días después la novena lo transfirió al Cachorros, el campeón vigente.

Butler aseguró que en Chicago lo hicieron sentir cómodo desde que llegó al Cachorros. Contó en conferencia de prensa que Chris Bosio, el coach de pitcheo, corrigió su manera de tirar la curva, y Jake Arrieta, pitcher abridor del equipo, le aconsejó durante los entrenamientos de verano que no pensara en sus malos momentos en Colorado y, que si lo hacía, lo tomara como motivación para dar buenos partidos en su nueva plantilla.

El pelotero inició la temporada con el Cachorros de Iowa, sucursal AAA del Chicago, en el que tuvo un buen desempeño. En cinco aperturas tuvo 1.17 de promedio de carreras limpias y récord de 1-0, que le garantizó su regreso a las Grandes Ligas. Su ascenso coincidió con la lesión en la espalda baja del zurdo Brett Anderson, el quinto abridor en la rotación de la novena.

Butler ocupó ese lugar y desde entonces registra tres aperturas. Presume un 1.93 de promedio de carreras limpias admitidas y récord de 2-0 en tres salidas (ayer por la noche saltó a la loma ante el Padres en San Diego).

"Aquí recuperé la motivación para jugar al beisbol. La organización me permitió ser yo mismo como lanzador y persona, lo que nunca sentí en Colorado", mencionó el derecho a ESPN hace dos semanas. "Encontré un equipo con el que me siento respaldado y en el que la presión no sólo recae en mí, sino en todos los que estamos en el campo".

La llegada del pitcher, de 26 años, significó un respiro para la irregular rotación de Cachorros. Es el lanzador con mejor promedio de carreras limpias de la organización. Jon Lester, Kyle Hendricks, John Lackey y Jay Arrieta –el resto de los abridores- tienen un promedio menor en ese departamento en comparación a la campaña pasada. Solamente Hendricks y Arrieta llevan récord ganador.

Los relevistas tampoco han estado acertados. Héctor Rondón, Koji Uehara, Pedro Strop y Justin Grimm registran 3.30, un promedio bajo de carreras limpias si se considera que juegan dos entradas por partido.

La irregularidad de los abridores impactó en el desempeño del Cachorros. La organización tiene marca de 25-25 y se encuentra en el tercer lugar de la División central de la Liga Nacional, a 1.5 juegos del líder Cerveceros de Milwaukee. Chicago tenía, el año pasado, foja de 35-15 y era el líder de su División a esta altura de la campaña.

"El mal momento del equipo es la responsabilidad de nosotros, los abridores. No hemos sabido mantener el cero en las primeras entradas y eso no ha permitido que la ofensiva trabaje cómoda. Ninguno ha encontrado la fórmula para recuperarnos cuando estamos en situaciones complicadas. Necesitamos evitar que los juegos se nos salgan de control desde el principio", mencionó Hendricks al diario Chicago Tribune apenas el lunes pasado.

El mal momento de la organización es más visible cuando se encuentra en gira. Perdió –hasta el 29 de mayo- 14 de los 25 partidos que disputaron en lo que va de la temporada, incluida la racha de tres derrotas en fila que tuvieron el fin de semana anterior ante el Dodgers, al que vencieron en la final de la Liga Nacional en 2016.

Cachorros tratará de recuperar el terreno perdido para no quedarse fuera de la postemporada por primera vez desde que Joe Maddon se convirtió en mánager del equipo en 2014 y por sexta vez desde el 2010.
Por ahora, el campeón del mundo sufre en la medianía.


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