Tech

Aerolíneas apostarían por el sol para reemplazar la turbosina

Ante el alza en los precios de los combustibles, la solución parece avecinarse con un aparato sacado de la 'ciencia-ficción', el Solar Impulse, una aeronave ya probada por un piloto suizo que recorrió el mundo a bordo de ella.

Ahora que la turbosina subió drásticamente su precio, las aerolíneas tienen en 'su radar' la solución, un auténtico aparato sacado de la ciencia-ficción.

Se trata de un proyecto valuado en 170 millones de dólares y que, luego de 15 años de trabajos, desarrolló el primer avión que puede darle una vuelta entera a este planeta, sin cargar turbosina o cualquier combustible fósil.

"Nos queda claro que será más accesible (para las aerolíneas) volar con energía solar que con otro combustible, será como en la ciencia-ficción", señaló Bertrand Piccard, el suizo que en 2016 piloteó el avión Solar Impulse, en conferencia en la Ciudad de México.

Esto trae consigo varios retos para la industria aérea global y toda su cadena de valor, desde armadores y proveedores pequeños hasta aeropuertos y líneas aéreas comerciales.

1


El especialista -quien controló el aparato durante día y noche con cuatro turbohélices y alas el doble de grandes de lo que normalmente aparentan ser en un avión comercial actual- tiene un vaticinio.

"Puedo prometer que en 10 años habrá aviones de estos con capacidad de transportar a 50 personas en distancias cortas", destacó.

Ese será el inicio, pero la transformación total de la industria aérea no será rápida.

A nivel global el sector pesa en la economía el 3.5 por ciento del PIB, según datos del portal estadounidense Aviation Benefits.

Primero habrán de aparecer los motores híbridos que funcionen con electricidad y combustible fósil, luego los eléctricos, y finalmente el salto a lo solar que no es otra cosa de aprovechar los rayos del sol para movilizar sistemas mecánicos además de su almacenamiento en baterías de alta resistencia.

En especial, para las aerolíneas esto sería un cambio drástico en sus estados financieros, el balance de sus costos dejarían de depender tanto de la turbosina y su estrecha relación con los precios internacionales del petróleo.

En México sólo hay que señalar que tres de las cuatro líneas aéreas más importantes redujeron su flujo operativo entre 48 y 52 por ciento anual, por el encarecimiento de la turbosina en el primer trimestre de este año.

En esencia se debe a que el 30 por ciento sus costos son producto de ese insumo.

1

EFECTO EN LA CADENA DE VALOR

La cadena de valor de la industria de la aviación se verá afectada. La conclusión de Pierre Comptdaer, presidente y director general de ABB México, desarrolladora de innovaciones tecnológicas y de energía sustentable, fue que habrá cambios en muchos rubros.

"Solamente en el caso de los aeropuertos habrá que añadir infraestructura para almacenar energía solar, producirla y distribuirla a los operadores, el Nuevo Aeropuerto (que se está construyendo en la Ciudad de México) lo puede hacer, pero hay que pensar hacía el futuro porque no necesariamente tienen que construirse las instalaciones adentro", agregó.

Piccard añadió que los motores y baterías solares modificarán las estrategias de los principales armadores de aviones como Boeing y Airbus.

"Sabemos que empresas como éstas, se encuentran desarrollando proyectos similares, son drones pero hay intención de avanzar", dijo.

Esto cambiaría también a la proveeduría aeroespacial, sector en el que México ya es potencia mundial en cuanto a producción y exportación con más de 7 mil millones de dólares anuales.

"Ya podemos aterrizar con un avión solar en la Ciudad de México y lo podemos hacer en cualquier aeropuerto, pero necesitamos el permiso; no obstante, el reto auténtico es cómo incorporar a Solar Impulse en el tráfico aéreo comercial", señaló.

Por ahora, el avión viaja a 50 kilómetros por hora, mientras que los actuales aviones que queman turbosina pueden ascender a más de mil kilómetros.

También lee: