Sociedad

Padre Solalinde afirma que normalistas están muertos

Los quemaron vivos, les rociaron diésel para que ardieran, asegura tras recabar diversos dichos de testigos, quienes tienen miedo de declarar.

CIUDAD DE MÉXICO. "Están muertos" los 43 normalistas de Ayotzinapa secuestrados el pasado 26 de septiembre en Iguala, Guerrero, y los heridos "fueron quemados vivos" por sus captores, denunció el padre Alejandro Solalinde de acuerdo con el testimonio que recibió por parte de dos personas.

"Les pusieron diésel y madera", para que ardieran, aseveró el sacerdote quien es Premio Nacional de Derechos Humanos 2012 por su labor en defensa de los migrantes, afirmó que esa información le fue revelada por testigos presenciales de los hechos.

Solalinde retó a las autoridades a "que demuestren que no fue así".

Dijo que la primera información directa la tuvo el domingo 12 de octubre. La segunda el 16 de octubre. "Hay testigos, pero tienen miedo de hablar y son los mismos policías", detalló el prelado.

"El martes pasado me buscaron otras personas, que habían sido testigos del primero y del segundo ataque. Como vieron que algunos de los jóvenes estaban heridos, otros cayeron también. A los que cayeron se los llevaron, agentes del estado, quienes los balearon, los atacaron como si fueran un ejército y no estudiantes pobres, de una normal rural", reveló Solalinde.

El sacerdote, quien dirige el albergue Hermanos en el Camino, una de las organizaciones no gubernamentales que más han destacado en la ayuda a migrantes, ha sido invitado por el Procurador General de la República a que concurra ante el Ministerio Público de la Federación a aportar los testimonios que él ha recogido, para que sean integrados a la investigación. Sin embargo, el padre no lo ha hecho.

PEREGRINAN FAMILIARES A BASÍLICA

Familiares de varios de los jóvenes estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Guerrero, que se encuentran desaparecidos, peregrinaron ayer a la Basílica de Guadalupe para rezar en dicho santuario por su pronta presentación con vida.

Acompañados de organismos no gubernamentales y comunidades de base, los familiares dijeron sentirse confortados por la solidaridad recibida.

La caminata hacia el Santuario del Tepeyac se desarrolló en completa tranquilidad y el contingente sólo tuvo que soportar la lluvia.

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