Sociedad

Destruyen cuadros de Siquerios en Morelos

A golpe de mazo y piqueta fueron destruidos 18 cuadros murales de David Alfaro Siqueiros que se ubicaban en la sala de Congresos del desaparecido hotel Casino de la Selva.

CUERNAVACA.- A golpe de mazo y piqueta fueron destruidos 18 cuadros murales del pintor David Alfaro Siqueiros que se ubicaban en la sala de Congresos del desaparecido hotel Casino de la Selva, en donde hoy se localiza un centros comerciales de la cadena comercial de tienda Price-Costco. 

El proyecto de inversión estimado para la construcción del proyecto fue de 80 millones de dólares, a los que se sumó el pago de otro diez millones de dólares que la empresa pagó por el predio de 95 mil metros cuadrados, en donde se incluye la construcción de un Price-Club, un Mega Comercial Mexicana y un restaurante California.

La reacción de compraventa se realizo a través de una subasta por Fideliq (instancia de Nacional Financiera) como parte de la política para recuperar capital del Fondo Bancario de Protección del Ahorro (Fobaproa).


La operación causo sospecha e indignación entre la sociedad, ya que la instancia financiera vendió Casino de la Selva solo como tercerón, sin considerar las edificaciones ni las obras artísticas.

Al respecto, se ha considerado investigar y castigar con todo el peso de la ley a los funcionarios involucrados en esa compraventa.

A pesar de que el gobierno de Morelos realizo un convenio con la empresa transnacional para preservar el patrimonio cultural, histórico, arqueológico y las áreas verde que se encontraban en el predio del ex Hotel, la demolición de los murales de Alfaro Siqueiros se llevó acabo en julio del 2001, fecha que la firma estadounidense adquirió la edificación mediante el Fobaproa para la instalación del centro comercial.

Juntó con los murales de David Alfaro Siqueiros, en donde se plasma gran parte de la historia de México, también fueron destruidas las obras de artistas como: Josep Renau sobre la hispanidad, José Reyes Meza, Guillermo Ceniceros, David Alfaro Siqueiros, Jorge Flores, Francisco Icaza y Jorge González Camarena entre otros.

Sin embargo, en vano fue la lucha contra la demolición de los murales y la no reanudación de las obras de construcción del centro comercial llevó a varios activistas, entre los que se encontraban, artistas y políticos, a ser detenidos por la policía.

Cabe recordar, que fue en vano la batalla que el artista, junto con sus colegas pintores Jorge Flores y Francisco Icaza, emprendió por la defensa de sus murales en el Casino que, a golpes de mazo y con la piqueta, fueron derruidos para emprender la construcción del supermercado.

Fue la sociedad civil morelense, reunida en el Frente Cívico en Defensa del Casino de Selva, la que dio aviso del atentado al patrimonio artístico y cultural.

La historia es larga, pero es preciso recordar que las autoridades del INBA y también del INAH, de entonces, se escudaron en la propia Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas para argumentar que como el Casino no estaba declarado como monumento artístico, ni sus murales, ni los vestigios arqueológicos hallados en el lugar eran de suma importancia, y se permitió así el atropello.

Luego hubo que restaurar lo que quedaba de los murales, había entre ellos también de Joseph Renau, y el Casino era obra del célebre arquitecto español Félix Candela, y se instalaron en un centro cultural creado por Costco "para lavarse la cara", dijeron los críticos en su momento.

Es de los atentados que no deberían olvidarse, aunque por desgracia en México, sí se repiten continuamente.

En esa ocasión, diversos sectores de la sociedad acusaron al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, al INBA y al INAH de pasividad y negligencia en lo concerniente a este asunto, a lo cual han respondido que la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos les limita su margen de acción en cuanto a la defensa y preservación del patrimonio artístico.

> Algunos de los pintores vivos cuyos murales resultaron dañados o completamente destruidos, entre ellos Jorge Flores, advirtieron en su momento que interpondrían una denuncia contra quien resulte responsable; lo mismo harán los deudos de algunos artistas fallecidos, como la Fundación José Renau y la hija de Benito Messeguer.

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