Política

No hay plan B, si hay conflictos electorales, sería un fracaso: Córdova

El consejero presidente del INE advierte que la reforma electoral deberá funcionar; en tanto, José Woldenberg, expresidente del IFE, detecta puntos de posible impugnación en facultades del nuevo instituto electoral.

CIUDAD DE MÉXICO. El presidente del INE, Lorenzo Córdova, advirtió que el país no está en condiciones de tener nuevamente conflictos electorales, por lo que el gran desafío es hacer que la reforma electoral funcione.

"Las reglas del juego no establecen un plan B, eso supondría un fracaso", alertó. Por lo que hizo votos para que esta reforma pueda funcionar con un amplio consenso político nacional.

En el evento "Diálogo Público: Del IFE al INE ¿Avance o retroceso?", organizado por el Instituto Aspen en México, el consejero presidente consideró de manera personal que en las elecciones del 2006 no hubo "fraude", pero el problema de aquel Consejo del IFE fue "quedarse callado".

Reconoció que lineamientos y reglas se están haciendo sobre "la marcha" y que hay temas como el derecho de réplica, o los tiempos en televisión, radio o las elecciones internas de partido que se eligen por asambleas aún no están con normas.

Pero confió en que las nuevas reglas estén listas para el arranque del proceso y también garantizó que aún cuando en estas próximas elecciones se centralizarán funciones, a futuro buscará delegar responsabilidades a los Órganos Públicos Electorales Locales.

Y es que los invitados al foro expresaron sus preocupaciones por las imprecisiones en la nueva ley.

En tanto, el expresidente del IFE, José Woldenberg, mencionó como "focos rojos" la facultad del Instituto de remover a los consejeros locales, la fiscalización de más de 70 mil campañas en un periodo reducido de tiempo y la causal de nulidad de elecciones que sin duda, auguró, será un detonador de impugnaciones entre partidos.

No obstante destacó que la estructura del INE sea la misma del IFE, salvo dos unidades nuevas.

Por su parte, María Amparo Casar criticó que esta reforma fuera "moneda de cambio" de los partidos y que no se le un tiempo de maduración a las reglas, ya que no hay dos procesos electorales federales con una misma ley electoral.

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