Política

Los gobernadores, factores reales del poder

Durante los gobiernos federales encabezados por los panistas y a partir de la creación de la Conago en 2002, los gobernadores se convirtieron en factores reales para aprobar el presupuesto.

CIUDAD DE MÉXICO. En un Congreso más plural, el proyecto de presupuesto se somete a una mayor discusión entre las distintas fuerzas políticas, pero se hace más complejo en la medida en que participan cada vez más actores interesados.

De acuerdo a la investigación coordinada por Luis Carlos Ugalde, director de la empresa consultora Integralia, en las décadas de los 80 y 90 prácticamente no existía la negociación del presupuesto: "Todo era un proceso muy fácil: todos levantaban la mano en la Cámara y aprobaban la propuesta del Ejecutivo; era como entregar un cheque en blanco".

Ahora "la negociación es mucho más compleja y pasamos a veces noches sin dormir, es un proceso intenso, muy intenso". Además del mayor pluralismo, varios sucesos impactaron la lógica de la negociación en esos años".

NEGOCIADORES CLAVE

El estudio analiza que el presidente de la Comisión de Presupuesto "es clave en el proceso de negociación presupuestaria por varias razones: Tiene mayor contacto con la Secretaría de Hacienda, puede influir directamente en la redacción del dictamen y cuenta con mayor visibilidad en los medios de comunicación y, con ello, más oportunidades de incidir en la opinión pública".

En el proceso de negociación hay otros actores como el presidente de la Junta de Coordinación Política y los coordinadores de otras comisiones.

Pero también han existido actores con enorme influencia como son los gobernadores, los líderes políticos de agrupaciones con peso legislativo como la Confederación Nacional Campesina (CNC).

Durante los gobiernos federales encabezados por los panistas (2000-2012) y a partir de la creación de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) en 2002, los gobernadores se convirtieron en factores reales para aprobar el presupuesto.

En ese periodo fueron capaces de comandar la disciplina y el voto favorable de los diputados de sus entidades a cambio de obtener recursos para proyectos de su interés (por ejemplo, carreteras y obras de infraestructura).

Así, los gobernadores se convirtieron en piezas clave de las negociaciones informales en el sexenio pasado. Los gobernadores se empoderaron a través de la Conago definían el voto de sus legisladores y negociaban directamente con el Ejecutivo.

Las visitas que hacían los gobernadores a la Comisión de Presupuesto eran puro "show". Los cambios relevantes y significativos se negociaban en otra mesa.

Para algunos analistas el problema derivó en algunas etapas en lo que consideraron "la canibalización" del presupuesto en virtud de que sólo veían por sus intereses.

El estudio señala además que la etiquetación y el clientelismo presupuestario implican un costo en términos de racionalidad del presupuesto.

El clientelismo presupuestario significa que algunos programas se aprueban por su atractivo político más que por su impacto sobre el desarrollo social o el crecimiento económico.

BOLSAS ENCORCHETADAS

En los últimos años se ha generado como nuevo mecanismo, la asignación de bolsas de recursos por grupo parlamentario.

Muchos alcaldes o gobernadores pueden ofrecer comisiones a cambio de la reasignación de recursos a los diputados que se convierten en cabilderos.

Además, el proceso de negociación política del presupuesto puede dar pie a programas de difícil ejecución que al final minan la credibilidad del Poder Legislativo.

CICLOS TRIANUALES

Un hecho que limita la negociación es el periodo trianual de los diputados. El primer año de la negociación es caótico porque se les tiene que explicar todo; el segundo ya medio entendieron y el tercero es muy bueno. El problema es que al siguiente año se repite el ciclo.

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