Política

Cambia Peña su estrategia de comunicación

Para revertir el tono de las encuestas, el jefe del Ejecutivo estableció un modelo de diálogo más directo con la gente. El nivel más bajo de aceptación se registró en febrero de este año con un rango de 47.6 por ciento según Mitofsky. 

CIUDAD DE MÉXICO. Justo cuando el nivel de desaprobación presidencial se ubicó en su nivel más alto, por arriba del 50 por ciento, los estrategas de Los Pinos decidieron hacer el cambio en el formato de comunicación de Enrique Peña Nieto.

Así, en las giras de trabajo en el interior de la República, el mandatario dejó la rigidez del atril que utilizó durante su primer año en el gobierno.

Ahora escucha los planteamientos de los ciudadanos de a pie, se deja abrazar por mujeres como cuando era gobernador y, sobre todo, quiere verse cercano a la gente.

Toma el micrófono. Se levanta. Improvisa y convertido en maestro de ceremonias, da la palabra a los ciudadanos.

Mujeres indígenas en la comunidad de Chilchota, en Michoacán; estudiantes de primaria en Jalpan de Serra en Querétaro; féminas en Yucatán por el Día Internacional de la Mujer o productores aguacateros azotados por el crimen organizado en Uruapan se han convertido en sus interlocutores.

De acuerdo con los más recientes resultados del tracking poll de Consulta Mitofsky, el Ejecutivo trae una tendencia a la baja en sus niveles de aceptación, la cual apenas pudo frenarse en marzo con la captura de Joaquín El Chapo Guzmán. En febrero, el político mexiquense apenas alcanzó un nivel de aceptación de 47.6 por ciento.

"Yo lo que te diría es que lo habían sacado de su entorno natural. Durante el primer año, su comunicación había sido muy distinta como la que acostumbraba el gobernador Enrique Peña Nieto. La habían hecho muy rígida, con lecturas permanentes de discursos, sin improvisación, formato al que él no estaba acostumbrado", dice Roy Campos, director de Consulta Mitofsky.

En entrevista, considera que la aprobación ciudadana sobre un gobernante tiene tres componentes: el más grande es la identidad partidista, o sea los priistas lo apoyan; el segundo, más pequeño pero importante, es el carisma personal; y el tercero es la función de gobierno.

"Con este cambio de comunicación, está trabajando el carisma, verse cercano a la gente, verse empático con los problemas de la gente, yo creo que sí puede dar algo el estarse mostrando más cercano", sostiene.

Reformas, muy costosas

Para Roy Campos, todas las reformas constitucionales, aprobadas el año pasado, han representado un costo en los niveles de aceptación del presidente Peña Nieto, porque cada una de ellas ha afectado a distintos grupos.

"La reforma fiscal, tienes toda la frontera que se va para abajo cuando le subes el Impuesto al Valor Agregado; sacas la reforma educativa, tienes al núcleo de los maestros en contra; con la reforma energética, también hay un grupo que se molesta.

"Francisco Abundis, director de Parametría, sostiene que ese cambio de estrategia "varios la hemos registrado". Es decir, en la Presidencia están cambiando temas de formato, mediante los cuales están intentando generar otra impresión del presidente, sobre todo, de cercanía con la población, agrega.

Abundis duda de la efectividad de este cambio y señala, "lo que algunos creemos es que esas estrategias sin un sustento de otra naturaleza, de otros indicadores, ya sea cambio en la economía, o ya sea cambios en temas de seguridad, pues está medio complicado que tú le cambies algo a la gente".

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