Política

A falta de médicos… robots


 
 
Eulalio Victoria / Corresponsal
 

TOLUCA, Edomex.-  Actualmente diez robots recorren salas de terapia intensiva, quirófanos y todas las áreas donde son atendidos pacientes graves de diversos hospitales del Estado de México.
 

Su misión es ser los ojos, oídos y boca de los doctores intensivistas quienes se encuentran en la central robótica ubicada en esta ciudad, para diagnosticar y dar seguimiento a la atención médica que reciben los enfermos.
 
 
Con este programa de robótica, un especialista puede visitar a pacientes de diez diferentes hospitales del sector salud mexiquense en un solo turno, afirma la Coordinadora de Hospitales de Alta Especialidad del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), María Elena Álvarez Lobato, quien agrega que cinco médicos intensivistas han llegado a realizar en un solo día hasta 96 visitas.
 
 
En agosto de 2009 la primera generación de Wallys, como los llaman en algunos hospitales, iniciaron su actividad en cinco nosocomios suburbanos del Valle de Toluca, y ese mismo año, durante la crisis de la influenza, mostraron su utilidad, ya que fueron los encargados de acompañar a las enfermeras a las áreas de atención.
 
 
Dos años después, el programa de robótica recibe cinco máquinas más, cada una con un costo aproximado de cinco millones y medio. Actualmente los diez robots operan en hospitales del sector salud mexiquense ubicados en los municipios de Tenancingo, Tejupilco, Valle de Bravo, Atalcomulco, Chalco, Zumpango, Texcoco, Los Reyes la Paz, Hueypoxtla y el Nicolás San Juan, en la ciudad de Toluca.
 
 
Con estructura de metal, 40 sensores infrarrojos de movimiento y un radar para evitar obstáculos en 360 grados; dos baterías de gel de 12 voltios similares a las de un auto, servomotores, procesador, computadora, disco duro, antenas WiFi; un monitor de 15 pulgadas, micrófono ambiental; dos cámaras, una panorámica y otra con zoom que suman en conjunto 90 kilos de peso distribuidos en 1.63 metros de altura, los RP7 y RP VITA son más que un intermediario entre doctor y paciente, argumentan médicos y funcionarios: Es el doctor a través del robot.
 
 
"Él lleva el nombre de quien en ese momento lo está manipulando… cada uno le pone su ID, yo le puse calidad, pero se transforman en el doctor que lo utiliza."
 
 
Los médicos Alejandro Quijas Ortiz y Luis Anselmo Rodríguez Martínez, director y jefe de departamento de Calidad del Hospital General de Texcoco, Guadalupe Victoria del ISEM, explican que el programa de robótica está integrado al de Telemedicina, el cual consiste en 23 unidades de consulta programada y diez robots.
 
 
"Este programa nace en función de que el Estado de México tenía las tasas de mortalidad materna más altas a nivel a nacional, y tras un análisis se dieron cuenta que una de las debilidades tenía que ver con la falta de especialistas en nosocomios alejados de las ciudades.
 
 
"De ahí la decisión de innovar con una serie de robots conectados a una central de mando, donde un especialista en la materia encabeza el código mater, el cual consiste en un equipo multidisciplinario que atiende a pacientes obstétricos con hemorragia, preclancia o eclancia que ponen en peligro su vida."
 
 
Pero también son utilizados como medida de respuesta rápida con pacientes en estado crítico víctimas de intoxicación, traumas múltiples, pancreatitis o infartos que requieran maniobras de resucitación, diagnóstico inmediato, o ser trasladados a otras clínicas.
 
 
Tras calificarlo como un beneficio tremendo, Alejandro Quijas, director del hospital Guadalupe Victoria, compara la innovación de este tipo de máquinas con el ultrasonido, "porque su principal función es realizar interconsultas para atender a pacientes muy graves, sobre todo en el área de obstetricia".
 
 
En este sentido, Luis Anselmo Rodríguez Martínez, jefe del departamento de Calidad, señaló que actualmente el personal médico del hospital se encuentra en fase de capacitación para que lo puedan utilizar y alcancen un diagnóstico más efectivo".
 
 
Controlado desde un centro de mando compuesto por una laptop cargada con un programa especial y un joystick (palanca de mando), Luis Enrique Ramírez, jefe de informática, despierta al RP7 y con habilidad lo saca de la sala de terapia intensiva neonatal.
 
 
El robot recorre con facilidad un pasillo, pero es más cuidadoso cuando se trata de cruzar puertas o dar vuelta en alguna esquina; se dirige hacia la zona de urgencias, donde una decena de pacientes, ya ingresados al hospital, esperan ser atendidos.
 
 
Médicos, enfermeras y personal de limpieza le dan el paso, no sin antes esbozar una sonrisa dirigida a la pantalla de plasma que se encuentra en su parte superior, donde se ve la imagen del jefe de informática manipulando el robot.
 
 
Antes de llegar al Triache, sitio donde se encuentran los pacientes que ya fueron clasificados según la gravedad de su enfermedad o heridas, el médico Luis Anselmo Rodríguez Martínez toma el control del robot, comenta que la versatilidad de su hombre de metal le permite utilizarlo para verificar de manera directa y a distancia la calidad del servicio que reciben los pacientes.
 
 
Entrevista a una mujer que se mira débil y demacrada, todos los que se encuentran en el lugar miran al RP7, algunos con extrañeza, otros con curiosidad; las bocinas del robot hacen sonar fuerte la voz del galeno, que se percata de ello y modula el volumen desde el centro de mando que se encuentra a 30 o 40 metros de distancia.
 
 
La paciente no se queja, dice que la atención ha sido aceptable, al tiempo que mira su rostro en una pequeña pantalla que se encuentra bajo el monitor principal; cuando el robot se aleja para dirigirse a la zona de camas, otra paciente comenta que es una buena idea el uso del robot, pero que debería hacer recorridos por la noche, cuando la atención "no es tan buena como en la mañana".
 
 
En este sentido, Rodríguez Martínez afirma que la telepresencia lo ha cambiado: Ya puedo llevar a cabo indicadores de calidad respecto al tipo de servicio que se brinda a los pacientes durante su estancia y su primer ingreso aunque yo no me encuentre físicamente en las instalaciones, puedo venir a cualquier hora o día y es un hecho que no en todos los turnos es la misma calidad de atención.
 
 
Tras resaltar la versatilidad del robot y la importancia de disminuir los tiempos para recibir un diagnóstico oportuno, "lo que conlleva a disminuir los índices de mortalidad", el director del nosocomio, Alejandro Quijas, manifiesta la posibilidad de ampliar el beneficio del RP7 a la terapia neonatal "para que nuestro médicos pediatras tengan la posibilidad de consultar a sus colegas especialistas que se encuentran en la central robótica de Toluca.
 
 
 
Productividad de metal
 

María Elena Álvarez Lobato, Coordinadora de Hospitales de Alta Especialidad del ISEM, afirma que en el periodo de enero a septiembre de este año, los robots en su conjunto realizaron cuatro mil 296 visitas y atendieron a 677 pacientes.
 
 
Ante estos números y la persistente falta de médicos intensivistas, especialistas y subespecialidades, la funcionaria estatal resalta que ya existen planes para adquirir más robots porque "va a seguir este problema.
 
 
"Lo valioso de este programa es que en sitios donde no hay médicos intensivistas cubres una necesidad que no podrías hacerlo si no existiera este tipo de dispositivos.
 
 
"Los robots nos ayudan más en las localidades más alejadas de las ciudades, como en los hospitales de municipios de Tejupilco, Valle de Bravo y el materno infantil de Chalco."
 
 
Optimista, Álvarez Lobato afirma que la productividad robótica va en aumento: "actualmente es muy alta en relación con su inicio, tienen un promedio de siete visitas por paciente internado, y mínimo lo visita tres veces al día.
 
 
"En este esquema, donde tenemos un médico intensivista por turno en la central robótica, tienes cubierto mañana, tarde, los dos turnos de la noche y los fines de semana con cinco médicos que te pasan visita en 11 hospitales.
 
 
"Si le pagas a un médico en promedio 15 mil pesos mensuales por turno y por hospital, el ahorro es enorme, te ahorras diez sueldos de médicos; es por eso que el costo del robot, que es aproximadamente cinco millones y medio de pesos se recupera en año y medio, debido a que no pagas los sueldos de los médicos por hospital.
 
 
Asimismo, señala que hay ahorros indirectos, principalmente para los pacientes y familiares, quienes no tienen que pagar traslados a otros nosocomios donde los puedan atender médicos especialistas.
 
 
Respecto al mantenimiento, la funcionaria mexiquense lo califica como barato "porque al estar sellados sólo requieren limpieza.
 
 
"Sólo hemos tenido incidentes de cables que se pellizcan y los tenemos que cambiar y en algunos casos fallas de conectividad."
 
 
Álvarez apunta que la falta de médicos especializados es un problema a nivel nacional que padecen todas las dependencias de salud "y que seguramente seguirá", sin embargo, confía en que este programa de robots pueda irlo resolviendo. "En un futuro cercano puede haber una central robótica más grande y ser manejada como un call center", dice.
 

 
 
 

 
 

 

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