Los negociadores del Tratado de Libre Comercio de América del Norte no alcanzarán un nuevo acuerdo antes del jueves.
Mañana es el último día que los equipos de México, Estados Unidos y Canadá tienen para llegar a un acuerdo preliminar.
Esto, si la administración del presidente Donald Trump pretende que el TLCAN 2.0 sea aprobado por el actual Congreso estadounidense, según los plazos fijados por Paul Ryan, líder republicano en la Cámara de Representantes.
Ryan estableció el 17 de mayo como el límite para que el representante comercial de Estados Unidos (EU), Robert Lighthizer, notifique formalmente al Congreso de su país que se habría llegado a un acuerdo en principio sobre el TLCAN.
Si fuera el caso, cumplidos los plazos y procesos de ratificación que marca la legislación estadounidense bajo el procedimiento acelerado (fast track), la aprobación por parte del Congreso de EU tendría que darse en diciembre de este año.
Es decir, antes de que concluya la actual legislatura, pues en enero de 2019 se instalará el Congreso entrante, con una nueva conformación política de mayor influencia demócrata, posiblemente.
Sobre el plazo fijado por Ryan, Juan Carlos Baker, subsecretario de comercio exterior de la Secretaría de Economía, dijo a este reportero que "México no tiene deadlines".
De acuerdo con el funcionario, "los esfuerzos que se hicieron la semana pasada en Washington nos ponen más cerca del resultado final, pero todavía no hemos llegado ahí".
En el mismo sentido se pronunció Moisés Kalach, coordinador del Consejo Consultivo Estratégico de Negociaciones Internacionales del CCE, quien afirmó al reportero que "no hay una fecha fatal".
En su opinión, "si cerramos la negociación en estos días, es bueno porque se alinean los calendarios políticos y su aprobación legislativa podría ser más expedita, pero si no fuera así, no se termina la negociación".
Si bien el riesgo es que Trump vuelva a querer salirse del Tratado, no se acaba la negociación ni perdemos el TLCAN original sólo porque en esta semana no haya un nuevo acuerdo, dejó claro el empresario.
La posibilidad de que Trump quiera salirse del acuerdo comercial siempre ha estado ahí, pues nunca ha desaparecido, reconoció Baker.
Aunque no hay que descartarlo, al presidente de EU le ha quedado claro que los costos políticos, económicos y sociales de una decisión de ese tamaño son muy altos.
Antes de hacerlo, "lo tiene que pensar dos veces", sugirió el jefe negociador mexicano.
Sobre el tema, Antonio Ortiz-Mena, consultor mexicano en Washington y negociador del TLCAN original, coincidió en que Trump puede invocar el artículo 2205 para retirar a EU del tratado "cuando le dé la gana", al margen de la negociación y del calendario electoral.
Los negociadores mexicanos, agregó, deben enfocarse en la parte técnica, privilegiando el contenido sobre los tiempos, como lo han hecho hasta ahora.
Estos son días críticos para saber si habrá un TLCAN 2.0 en este año; no es el fin del comercio de México con EU y Canadá, pero la incertidumbre sí podría afectar la IED proveniente de ambos países.
Por lo pronto, un riesgo a corto plazo es que EU imponga a México y Canadá los aranceles al acero y el aluminio, si en este mes no hay acuerdo sobre el TLCAN.
Veremos.