La Feria

La derrota de Anaya

Anaya enfila hacia la derrota; ante ello, algunos militantes ya se preparan para que entre lo que irremediablemente se pierda el 1 de julio, no esté el partido más viejo de México.

Ricardo Anaya va a perder, dijo ayer el perredista Vladimir Aguilar, integrante del CEN del partido del sol azteca.

Don Vladimir tiene el mérito de haberlo dicho con todas sus letras, pero no es el primero del Frente en aceptar que la candidatura presidencial de Anaya está condenada.

Hay otros, para más señas panistas, que llevan días emitiendo el mismo augurio funesto para las aspiraciones de Anaya, mensaje que puede ser escuchado por aquellos que tengan los oídos prestos.

Se llaman Carlos Mendoza Davis, José Rosas Aispuro, Martín Orozco y Francisco Domínguez, y son ni más ni menos que los gobernadores blanquiazules de Baja California Sur, Durango, Aguascalientes y, ni más ni menos que la tierra adoptiva de Anaya, Querétaro. Y para todos ellos el tema no es vamos, todavía podemos ganar, sino cómo rescatamos al partido, cómo lo refundamos luego del 1 de julio.

Mendoza Davis fue el que puso el tema hace dos semanas, cuando declaró que en Acción Nacional "se ha privilegiado la construcción de candidaturas en vez de un proyecto generoso de patria, con identidad propia (…) los panistas tendremos que entrar de lleno en una reflexión profunda, que deberá desembocar en un planteamiento refundacional del partido". (Excélsior 09/06/18).

En esa misma entrevista, Mendoza Davis adelantó que "hay varios colegas gobernadores" que han platicado y están conscientes de que han de trabajar por el partido.

Fue cuestión de horas para que, en efecto, las palabras del mandatario sudcaliforniano fueran secundadas por uno de sus colegas. Desde Durango, el gobernador Rosas Aispuro comentó que al interior del PAN había inconformidad por la manera en que fueron seleccionados los candidatos. "Los procesos de selección deben revisarse, para que en un futuro no se cometan los mismos errores", declaró al secundar la idea de la refundación. (24 Horas 12/06/18)

Tres días después, el mandatario queretano adelantó que el panismo de su estado se adaptaría a "las condiciones de lo que elijan los mexicanos", y también apoyó la idea de que Acción Nacional ha de buscar su refundación una vez que concluya el proceso electoral. (Milenio 15/06/18)

Y desde Aguascalientes, Martín Orozco declaró a Ezra Shabot que en caso de que el Frente no gane las presidenciales deberá pensarse incluso en la refundación del PAN. (Notimex 20/06/18)

Nadie arregla lo que no está roto. Estos gobernadores no quisieron esperar al 2 de julio para lanzar a la militancia su urgente mensaje: no desmayen, que ya pronto acaba esto y desde ahora les decimos que cuentan con nosotros para arreglar el daño provocado por las ambiciones de Anaya.

Claro que si los males del PAN ameritan algo como una refundación, Anaya no sería el único a responsabilizar.

Sin embargo, sí puede ser responsabilizado de algo que alguna vez otro expresidente panista confesó. Más que las derrotas electorales, dijo en su momento Germán Martínez (cito de memoria), lo que como líder blanquiazul realmente me quitaba el sueño era que por decisiones mías el partido se desbaratara.

Aliado al perredismo y a Movimiento Ciudadano (cosa que costó candidaturas y crisis de identidad al panismo), envuelto en escándalos de corrupción (tan condenable el uso de la PGR contra Anaya como cuestionables sus explicaciones de que él nada sabía de los orígenes del dinero de sus amigos que le compraron la bodega) y sin capacidad de hacer que este año su partido fuera competitivo, Anaya enfila a una derrota que le equiparará a Roberto Madrazo; ante ello, algunos del blanquiazul ya se apuran para que entre lo que irremediablemente se pierda el 1 de julio no esté el partido más viejo de México.

Que si por Anaya se pierde algo sólo sea la presidencia, no todo el partido.

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