Opinión

¿Qué nos muestra el PIB del primer trimestre de 2014?

Ernesto Revilla*

El viernes el INEGI dio a conocer que la economía creció en el primer trimestre 1.8 por ciento respecto al mismo periodo de 2013, y 0.3 por ciento contra el trimestre anterior, una vez ajustado el efecto estacional. Estas cifras ofrecen una oportunidad para reflexionar sobre el estado de la economía y las previsiones hacia adelante. Las cifras nos presentan el siguiente diagnóstico:

1. La economía mexicana está creciendo, si bien a una tasa baja
. Con el dato del viernes, México sumó tres trimestres consecutivos de crecimiento positivo. Asimismo, la economía se aceleró con respecto al cuarto trimestre de 2013. Aunque el dato no tuvo la magnitud deseada, fue en la dirección correcta. Sin embargo, el efecto aritmético del bajo crecimiento del primer trimestre hace que inevitablemente se reduzca el pronóstico para todo el año a 2.7 por ciento.

2. El bajo crecimiento del primer trimestre obedece fundamentalmente a factores transitorios.
En los primeros meses del año nos afectó una débil economía global, particularmente de Estados Unidos, el menor consumo asociado a la entrada en vigor de nuevos gravámenes y una menor producción petrolera. Ya los datos de abril muestran una mejor tendencia en nuestras exportaciones y en el consumo, particularmente en sus determinantes como el empleo, las remesas, o la confianza del consumidor. Los datos del segundo trimestre deben confirmar que los efectos que debilitaron el crecimiento en los primeros meses del año se disipan aceleradamente.

3. El entorno internacional sigue siendo complejo a seis años de la crisis de 2008-2009. La economía global continúa el largo proceso de ajuste y lenta recuperación desde la Gran Recesión. El primer trimestre de 2014 mostró una debilidad generalizada en economías avanzadas y emergentes. Estados Unidos, largamente considerado como el motor de crecimiento de la economía global para este año, prácticamente no creció en el primer trimestre. El desempeño de Europa y América Latina provocó disminuciones en nuestras exportaciones a esas regiones de 8 por ciento y 7 por ciento respectivamente, en términos reales. Los países de la OCDE en conjunto, mostraron un peor desempeño en los primeros tres meses de 2014 que en los últimos de 2013. Las excepciones a esta tendencia fueron Alemania, Japón, Reino Unido y México. Debemos seguir atentos del entorno externo por su importancia para nuestra economía.

4. La economía mexicana se acelerará en lo que resta del año. Las perspectivas para el resto de 2014 son positivas. Por un lado, los pronósticos para Estados Unidos, y en particular para su producción industrial, son favorables, lo que beneficia a nuestras manufacturas y a los servicios asociados al comercio exterior. Asimismo, cifras de abril ya muestran un mejor desempeño en diversos sectores de nuestra economía. El día de hoy se publican las exportaciones de abril, sobre las cuales esperamos un importante impulso al alza con respecto al mes anterior. El próximo viernes 30 de mayo se publicará el gasto público de abril que continúa su marcado dinamismo, particularmente en inversión física. Las estimaciones de crecimiento de analistas privados e internacionales, muchas de ellas ya revisadas a partir del dato del PIB del pasado viernes, coinciden en un mejor desempeño para el resto del año.

5. Para crecer más debemos incrementar la productividad. El crecimiento de 2014 de 2.7 por ciento será mayor que el observado en 2013 y significa una generación de alrededor de 140 mil empleos más que los creados en ese año. Sin embargo, el crecimiento esperado para 2014 es apenas superior al promedio de crecimiento que hemos observado en México en los últimos 14 años, de 2.3 por ciento. Lo anterior reitera la importancia de reconocer que, en ausencia de cambios profundos, la economía mexicana continuará con su tendencia de crecimientos moderados.

La fortaleza del mercado interno se incrementará con una adecuada implementación de las reformas estructurales, que eliminen cuellos de botella en la economía, reduzcan el precio de insumos esenciales para la planta productiva, como lo son el crédito, la energía y las telecomunicaciones, y detone la inversión en sectores clave. Como se ha mencionado, las reformas no darán crecimiento de un día para otro, pero sí representan un cambio profundo en la trayectoria de crecimiento que México puede tener en los siguientes años.

* Jefe de la Unidad de Planeación Económica, SHCP.

Correo:
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