Opinión

México y Estados Unidos deben de trabajar juntos como vecinos

 

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María Fernanda Garza | Harold McGraw III

Si algo nos ha recordado la campaña presidencial en Estados Unidos, es la importancia de la vecindad. De la misma manera que nuestro vecindario se deteriora si tú y tus vecinos no se comunican y trabajan bien juntos, esto sucede igualmente en el mundo empresarial y en los asuntos internacionales.

En estos momentos, en ambos lados de la frontera entre México y Estados Unidos, enfrentamos una dura elección: construir muros, propiciar la desconfianza y desvincular nuestras economías o trabajar juntos para continuar la construcción de una prosperidad compartida.

Como representantes de la comunidad empresarial en ambas naciones, instamos enérgicamente a nuestros compatriotas y líderes a escoger este último camino.

Desde que se negoció el Tratado de Libre Comercio de América del Norte hace más de 20 años, México y Estados Unidos han disfrutado de una relación cada vez más estrecha y mutuamente beneficiosa que se erige en nuestras fortalezas y habilidades, nuestras vibrantes economías y nuestros vastos recursos, en nuestra posición única como vecinos, y, sobre todo, en nuestra gente. México, Estados Unidos y Canadá han transformado a América del Norte en una de las regiones de libre comercio más importantes y dinámicas del mundo. Para lograrlo hemos requerido visión y determinación.

El comercio bilateral entre México y Estados Unidos se ha multiplicado seis veces desde la entrada en vigor del TLCAN, alcanzando una cifra de alrededor de 500 mil millones de dólares en 2015. México es el segundo mercado de exportación más grande para los productos estadounidenses y es su segundo proveedor más importante. Se estima que el comercio de Estados Unidos y México sostiene alrededor de 6 millones de empleos.

Con una economía en crecimiento de alrededor de 1 billón de dólares y una clase media emergente que consume cada vez más productos norteamericanos y de otros países, México ocupa el 9° lugar mundial como importador, consumiendo alrededor del 16 por ciento de todo lo que Estados Unidos vende al mundo. Es el principal mercado de exportación para el estado de California, Arizona, Nuevo México, Texas, y es uno de los tres principales mercados de exportación para otros 29 estados norteamericanos.

Esta floreciente relación comercial se ha construido alrededor de la integración económica regional, la cooperación y la capitalización de los ejes competitivos de ambas naciones. El comercio bilateral a menudo ocurre en un contexto de producción compartida, donde las manufacturas en cada lado de la frontera trabajan juntas para producir bienes. El desarrollo de estas robustas cadenas de suministro como resultado del TLCAN ha producido una alta integración comercial en industrias claves como la automotriz, la aeroespacial y la electrónica.

Por ejemplo, las exportaciones mexicanas a Estados Unidos contienen 40 por ciento de valor agregado de Estados Unidos, mucho mayor que la que genera Corea del Sur y China, de 5 por ciento y 4 por ciento, respectivamente.

México y Estados Unidos tienen un interés mutuo en fomentar la integración económica de América del Norte, la cual se está convirtiendo de nuevo en la región más competitiva del mundo. Entre otras cosas, ambos países necesitan asegurar una frontera eficiente y segura, el desarrollo del capital humano para la innovación y el crecimiento del sector de servicios.

Las empresas en ambos lados de la frontera creemos firmemente que el Tratado de Asociación Transpacífico o TPP fortalecerá aún más la relación México-Estados Unidos, la competitividad de América del Norte y nuestra prosperidad compartida, mediante el fomento a la competencia y el establecimiento de nuevas y modernas industrias en la región de Asia y el Pacífico. Con el TPP, América del Norte se convertirá en una plataforma de exportación aún más importante para el mundo, y como consecuencia traerá la creación de fuentes de trabajo.

Por esta razón, es que instamos a nuestras legislaturas a ratificar rápidamente el TPP.

Especialmente ahora, a la vista del creciente proteccionismo y del sentimiento aislacionista, no dejamos de insistir lo suficiente en la importancia decisiva de una cooperación más estrecha entre nuestros dos gobiernos para fomentar una fuerte relación entre México y Estados Unidos, una que contribuya al crecimiento económico compartido, a la competitividad y a la prosperidad en toda América del Norte. Como vecinos, tenemos la responsabilidad compartida de mantener nuestra vecindad segura y próspera.

María Fernanda Garza es presidenta del Capítulo Mexicano de la International Chamber of Commerce (ICC México) y directora Ejecutiva de Orestia.

Harold McGraw III es presidente del United States Council for International Business (USCIB), capítulo de la ICC en Estados Unidos, y presidente emérito de Standard & Poor's (S&P Global).

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