Mis Finanzas

¿Por qué controlar la inflación?

 

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Ante los embates de la volatilidad y la mayor inflación surgen voces presionando a que el gobierno fije los precios en forma unilateral y sabemos por nuestra propia experiencia que esos mecanismos de contención sólo funcionan en el corto plazo y terminan generando peores resultados, pues conducen a la escasez y promueven el mercado negro.

Los millennials que se integran al ámbito laboral y a la toma de decisiones financieras han tenido como referencia personal una inflación moderada. Por eso es bueno recurrir a la historia y percatarnos de lo valiosa que es la política monetaria para detener el avance de los precios.

En efecto, la medicina es amarga.

La elevación de las tasas de interés encarece el financiamiento y tiende a ser recesiva, afectando la producción y el empleo. Pero es preferible un costo menor.

En México hemos pasado apuros que provocaron el crecimiento de los precios hasta 180 por ciento anual en 1987.

Estuvo a punto de convertirse en hiperinflación con tasas de miles por ciento como aconteció en la Alemania de la posguerra o en las crisis de Argentina y Brasil en la década de los ochenta.

Las transacciones bajo este escenario son muy difíciles porque todo depende de una moneda que pierde valor de manera desmesurada día a día.

Los salarios, aún cuando presenten un alza 'rápida', siempre irán detrás y el impacto negativo en el nivel de vida es alto. De hecho, se habla de la inflación como el equivalente a un impuesto que termina siendo regresivo, al perjudicar más a los más pobres. Resulta tortuoso llevar a cabo negocios y planear en un entorno de inflación desbordada.

Aunque amarga, es preferible una política de austeridad pública y elevación del costo de financiamiento para que pronto podamos gozar de nuevo de una estabilidad que permita a los agentes económicos tomar decisiones con certeza.

La mejor forma de prepararse en estos momentos es el ahorro, porque hay un premio fuerte para hacerlo ante el aumento de los réditos y evitar el endeudamiento por esa misma razón.

La incertidumbre en el terreno productivo debe de ir acompañada de prudencia, cuidando la fuente de ingresos y la solvencia de corto plazo, mientras pasa el proceso de ajuste y se aclara el panorama.

La inestabilidad que vivimos y el amarre del cinturón que podrían implicar las medidas para enfrentarla, requieren de nuestra comprensión.

Twitter: @finanzasparami

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Alberto Tovar

Alberto Tovar

Economista, especializado en negocios y finanzas personales; certificado como coach de vida y equipos. Actualmente es el Director Regional de la Zona Norte de El Financiero. Ofrece conferencias, consultoría y coaching a organizaciones diversas.

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