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¿Por qué fue tan fuerte el sismo del martes?

El director del Cenapred, Carlos Valdés, explicó cuáles fueron las causas por las que el temblor causó mayores afectaciones en el centro del país que el sismo del pasado 7 de septiembre.

El sismo del martes de magnitud 7.1 que afectó a más de seis entidades del país provocó derrumbes y al menos 226 muertos.

Aunque tuvo una magnitud menor al temblor del 7 de septiembre, que fue de 8.1, sus daños y la sensación fueron mayores. ¿Por qué?

En entrevista con Noticieros Televisa, el director del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), Carlos Valdés, explicó que fueron dos factores los que causaron más afectaciones: la cercanía del epicentro con la Ciudad de México y su intensidad.

"El sismo de ayer 19 de septiembre tiene características de ser un sismo cercano. Su epicentro (límites de Morelos y Puebla) fue a 120 kilómetros cercano a la Ciudad de México. Su duración fue corta pero su intensidad fue muy grande. La intensidad provocó esos colapsos", detalló.

La cercanía del epicentro también evitó que sonara la alarma preventiva. Ésta sonó ya con el sismo en curso.

Valdés añadió que otra de las causas de la caída de edificios tanto en la Ciudad de México como en Morelos y Puebla fue el movimiento oscilatorio.

"La cercanía con el epicentro hace que la intensidad fuera mucho mayor. La parte inicial en este sismo fue de elementos de trepidación, que pensaríamos que es un elemento crítico. Sin embargo, el movimiento lateral (oscilatorio) es el que puede provocar este tipo de colapsos", dijo.

El titular del Cenapred aseguró que los movimientos oscilatorios son más peligrosos que los trepidatorios.

"Los movimientos laterales son más importantes para las estructuras. Las estructuras pueden resistir más a la carga que a las fuerzas verticales. Un edificio lo podemos rellenar con mucho pesos y aguantará, pero si lo empujamos cinco centímetros, comenzaremos a fracturar", precisó.

Valdés reiteró que no es posible predecir un sismo y que, ante la alarma sísmica y cualquier vibración o movimiento percibido deben replegarse.

"Lo que necesitamos hacer son los protocolos. Debemos estar ya conscientes de que si suena la alerta, actuamos de inmediato. Si sentimos una vibración fuerte, intensa, nos replegamos, nos colocamos en los lugares que hemos determinado y donde hemos llevado a cabo simulacros", afirmó.

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