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Obispo dice que ser gay es una enfermedad... "como la sífilis"

José María de la Torre, obispo de la Diócesis de Aguascalientes, equiparó la homosexualidad con enfermedades crónico-degenerativas y descalificó el matrimonio entre personas del mismo sexo. 

AGUASCALIENTES.- El obispo de la Diócesis local, José María de la Torre, equiparó la homosexualidad con enfermedades crónico-degenerativas, como la diabetes, o infectocontagiosas, como la sífilis y la gonorrea.

Al descalificar nuevamente el matrimonio entre personas del mismo sexo, dijo que la homosexualidad, contrario a lo que algunos sostenían, también era un padecimiento que provocaba daños a personas y sociedad, y que se debía curar.

"Imagínense, que de hoy en adelante los diabéticos sean datos de alta y que ya no vayan a recibir terapia en el Seguro Social porque los médicos se pusieron de acuerdo en que no es una enfermedad. O decir, la sífilis es hoy una medalla de premio; que son honorables y van a ser reconocidos los sifilíticos y los gonorréicos. Oye, espérate, son enfermedades contagiosas", sentenció.

"Por más que quieran a una persona que está enferma, pues no le pueden decir que está en salud", remarcó el Obispo.

El jerarca católico insistió en que el matrimonio homosexual, el incremento del divorcio y la legalización del aborto atentan contra la familia.

"Son enfermedades, pudiéramos decir, de la familia contemporánea, unas más graves que otras, pero es necesario curarlas porque de otra manera la familia perecerá y perecerá la civilización entera", dijo.

"Deslindar el pecado del pecador, la enfermedad del enfermo es un buen diagnóstico" a partir del cual se puede, dijo, "con bondad y misericordia, dar una solución adecuada".

No obstante, tras descalificar las preferencias sexuales diferentes, remató diciendo:

Mañana se podrá casar un señor con un perrito y van a poder adoptar perritos, o sea que se abre la puerta a un experimento social peligrosísimo

Señaló que la Iglesia católica estaba obligada a hacer una contribución en esa dirección, al igual que el gobierno y los padres de familia "y no ser parte del problema".

Por último, el Obispo señaló que estará atento "para ver qué escriben y para ver de qué parte están, si están de parte de la razón o están de parte –precisamente– de los invertidos, ese es el problema invertir valores, hay una filosofía perversa abajo de destruir y volver a construir, pero al revés".

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