El nuevo dirigente nacional del PAN, Damián Zepeda Vidales, afirmó que no responderá ni le hará el juego al expresidente Felipe Calderón, ni a sus aliados en el Senado, con sus críticas al partido y a Ricardo Anaya.
Zepeda Vidales calificó de "bajos" y "no objetivos" los comentarios que hizo el expresidente en contra del PAN y de Ricardo Anaya.
"Respeto el cargo que ocupó, la investidura que tiene y creo que los comentarios han sido muy bajos; sinceramente no pienso rebajarme a ellos", dijo.
Luego del "destape" y lanzamiento de Ricardo Anaya como aspirante a la candidatura de la coalición Al Frente por México, Felipe Calderón escribió en su cuenta de twitter que "En acto con sabor a PRI, vimos el auto-destape de quien lleva dos años promoviendo su candidatura con recursos públicos y abusando del poder. Es triste ver la pérdida de valores, identidad y alma del PAN. Son prácticas contra las que siempre luchamos los demócratas".
"Es una persona que hoy no tiene objetividad con respecto del PAN, y lo digo con pleno respeto, pero es la realidad. No la tiene porque su esposa quiere ser Presidenta de México, compitiendo con el Partido Acción Nacional, y eso claramente se convierte en un terrible conflicto de interés", añadió Zepeda Vidales.
Por eso "todos los comentarios que él haga con respecto hoy del PAN tienen ese vicio de origen y por lo tanto creo que carecen de toda objetividad".
Tampoco le dio importancia a las críticas y acusaciones de los senadores panistas "rebeldes", Ernesto Cordero, Roberto Gil, Javier Alarcón, Salvador Vega Casillas y Jorge Lavalle, de los que dijo que: "no son la agenda prioritaria del PAN".
"Ellos tienen un proceso abierto en la Comisión de Orden que es autónoma del Consejo Nacional y será ahí donde se vea la cuestión de disciplina intrapartidista. Ellos hicieron esa negociación particular a cambio de intereses personales y eso tendrá su trámite en el partido, nosotros estaremos enfocados en ganar esta elección, no por ganar el poder sino por transformar a México".