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Más de 30 meses con sequía severa en BC

Una sequía severa se avecina en Baja California; los campesinos ya han empezado a lidiar con la falta de líquido desde hace más de 30 meses, situación que ha provocado la muerte de ganado y la falta de cosechas.

Una fuerte crisis por agua se avecina en Baja California, y todos los sectores serán afectados, sobre todo el agrícola y el ganadero, los cuales sufrirán por aumentos en los precios y la muerte del ganado, junto con los estragos al consumo doméstico y la salud de la población.

De acuerdo con el doctor Alejandro Díaz Bautista, profesor-investigador del Colegio de la Frontera Norte (Colef) y del Conacyt, los campesinos ya empiezan a lidiar con la falta de agua provocada por la sequía que se registra en California y en el norte de México desde hace más de 30 meses. En este periodo se han enfrentado a la muerte de una parte importante del ganado y la falta de cosechas por carecer de riego.

Según el Monitor de Sequía de México emitido por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en su reporte al 15 de Septiembre 2015, dos de los municipios bajacalifornianos tiene sequía moderada (D1) uno con sequía severa (D2) y los dos restantes, extrema (D3).

Los que presentan sequía moderada son Ensenada y Mexicali, severa para Tecate, mientras que la extrema es para Tijuana y Playas de Rosarito. Esto coloca a Baja California como la entidad con el mayor problema de sequía en todo el país.

Los especialistas señalan que el problema se comparte con el estado de California, en donde las presas no se llenan ni a la mitad. Para el doctor Díaz Bautista es resultado de la inadecuada gestión del recurso.

"Se deben analizar alternativas de abasto e involucrar más a la sociedad en el tema del manejo del agua en Baja California y en todo el país durante 2015. Los cinco municipios de Baja California están en la lista de las 388 ciudades que por decreto el gobierno federal declaró en estado de sequía".

Advirtió que con los niveles de consumo actuales y las formas inadecuadas de uso, bastaría una generación para que los recursos hídricos sean un problema de supervivencia y alarma estatal y nacional.

Indicó que los gobiernos deben resolver la demanda del recurso, lo que incluye medidas que orienten a los usuarios a un uso eficiente del agua, no sólo con aumentos en las tarifas y en los derechos que deben pagar, sino con el desarrollo de nuevas tecnologías, equipo ahorrador de agua, capacidad de bombeo y reducción de fugas.

Explicó que aunque se dice que la costa de Baja California tiene garantizado el suministro de agua para los próximos 15 años, se deben de ofrecer mejores alternativas de abastecimiento. Acotó que conforme pasa el tiempo, aumentan las probabilidades de que los niveles de agua en el Lago Mead (en el río Colorado) bajen, y con ello el recorte de los envíos de agua a México y a Baja California.

Calificó como histórico el anuncio del gobernador de California, Jerry Brown, al establecer una restricción obligatoria para reducir en un 25 % el consumo de agua en el estado, lo que ha preocupado a los agricultores por un inminente aumento en sus costos de producción.

Recordó que el Fondo Monetario Internacional (FMI) recomienda elevar los precios del agua para garantizar el suministro en el futuro próximo.
Desalación, ¿solución o más problemas?

Baja California tiene en su lista varios proyectos de desalación como solución al problema de abasto de agua. Sin embargo para algunos especialistas debieron analizarse antes otros caminos, sobre todo porque el costo promedio de un metro cúbico de agua desalada en el mundo es de por lo menos $0.52 dólares.

Para José Carmelo Zavala, presidente del Consejo Consultivo para el Desarrollo Sustentable, Baja California debe ver con más simpatía el uso de la ósmosis inversa para desalar agua de mar, aunque sea costoso y tenga un impacto el agua de rechazo o salmuera.

"Hay que mitigar ese rechazo, seguramente ya hay ingeniería para eso, el mar va a seguir siendo la fuente más segura. El costo está como de a dólar el metro cúbico de ósmosis inversa. El agua más cara es la que no se tiene y en Tijuana parece que se nos olvidó pero había tandeos, todos teníamos cisternas".

Reconoció que el impacto ambiental es muy fuerte en un diámetro de 25 metros.

Para la doctora Gabriela Muñoz, del Colef, lo primero que se tuvo que hacer es controlar el volumen de desperdicio de los usuarios, para después re-usar esa agua y para ello se necesita infraestructura, luego abrir al medio ambiente su volumen adecuado, y hasta el cuarto nivel, ya agotadas las anteriores, entonces sí ver una desaladora.
"Requiere muchísima energía y operarla es carísimo. Necesita un porcentaje de agua dulce para trabajar, pero además hay potenciales impactos, uno de ellos es que cuando se le quita la sal al agua, lo que queda es un concentrado de salmuera, tiene químicos, hay un desecho, ¿qué van a hacer con eso?".

Aseguró que en San Quintín hay desaladoras privadas que han tirado en la playa esas salmueras. Por eso cuestionó sobre qué es lo que va a pasar con las granjas de atún que trabajan en altamar. Subrayó que otro impacto es que habrá mayor cantidad de aguas residuales y no hay infraestructura para atenderlas, por eso insistió en que es mejor trabajar antes los otros problemas.

SIN PLAN DE CONTINGENCIA ANTE EMERGENCIA 

La doctora Gabriela Muñoz, del Colef, lamentó que no haya un plan de contingencia por el tema del agua, "no lo hay, está dormido en sus laureles el gobierno, ya es muy tarde. Un plan de contingencia debe considerar cambios profundos y duraderos en el volumen consumido por los usuarios. En México el principal usuario del agua es la agricultura, más o menos el 80% del agua está concesionada a este sector, un 16% a las ciudades y el restante para la industria".

Reveló que en los campos agrícolas de Mexicali aún se inundan los surcos, no hay tecnificación de riego, ni se mide cuánto se toma de agua, por tanto cuando esto se hace, se evapora una gran cantidad de agua.

Dijo que se estima que de lo que se utiliza en agricultura cerca de un 70% se desperdicia por malas prácticas. En las ciudades las estimaciones rondan el 25% por fugas, rompimiento de tuberías, descuidos, etc. "Hicimos un cálculo y con 10% que se manejase o ahorrase de esa cantidad, podría sostener el crecimiento poblacional de Tijuana a 3.4% anual, hasta 2025".

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