CIUDAD DE MÉXICO.- Para abatir el hambre y el rezago alimenticio que afecta a la población en condición de vulnerabilidad del país, la Secretaría de Desarrollo Social sumó la labor de Liconsa a la Jornada Nacional de Alimentación, que tiene el objetivo de informar a la población sobre cómo conseguir una alimentación adecuada.
La importancia radica en la leche fortificada que distribuye a cerca de 6.5 millones de personas en el país.
Según el estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Pública, en octubre de 2014, los niños que consumieron leche Liconsa alcanzaron 2.6 centímetros más de estatura, 700 gramos más de masa muscular y desarrollaron un coeficiente intelectual más alto, por lo cual este producto se ha convertido en un alimento básico para las comunidades rurales.
Por ello, Liconsa trasladó el padrón de beneficiarios de las zonas urbanas a las rurales e indígenas como la Purépecha, en Michoacán; la Rarámuri, en Chihuahua; la Mixteca, de Puebla y Oaxaca, y la Zapoteca, del Valle y del Istmo en Oaxaca, así como en los 400 municipios de alta marginación, donde nunca antes había llegado.
Entre las estrategias para hacer más accesible este producto en estados como Oaxaca, Guerrero y Chiapas, la leche sigue costando 4.50 pesos el litro, y en 150 municipios considerados como los más pobres del país se redujo el costo a un peso el litro, con lo que se beneficia 41 mil 229 personas.