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EU deportará a mexicanos ilegales hasta “por sospecha”

La persecución de indocumentados ya no se limita a inmigrantes “criminales”, sino que los agentes de inmigración podrán detener a quienes “puedan suponer un riesgo para la seguridad pública y seguridad nacional”.

CIUDAD DE MÉXICO.- Estados Unidos endureció las medidas para detener a los inmigrantes indocumentados; el Departamento de Seguridad le ha otorgado a sus elementos "autoridad completa" para arrestar al extranjero que, a su juicio, represente un riesgo "para la seguridad pública", en otras palabras, a cualquier sospechoso.

Esta es una de las directrices publicadas ayer en dos memorándums firmados por el secretario de Seguridad, John Kelly, que refuerzan las órdenes ejecutivas de seguridad fronteriza e interior en el país que gobierna Donald Trump.

De esta manera, la persecución de indocumentados ya no se limita a inmigrantes "criminales", sino que los agentes de inmigración podrán detener a quienes "puedan suponer un riesgo para la seguridad pública y seguridad nacional".

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Otros migrantes vulnerables son los que "han abusado de cualquier programa relacionado con la recepción de beneficios públicos".

Uno de estos programas es el Welfare, al cual algunos indocumentados, con hijos nacidos en Estados Unidos, acceden para solventar gastos de alimentación, vestimenta y alojamiento, sin saber que pueden ser acusados de fraude.

La experta en la relación bilateral México-Estados Unidos, de la Universidad Iberoamericana, Pía Taracena, explica a El Financiero que esa disposición de detener a quienes hayan "abusado" de programas públicos se prestará a distintas interpretaciones que permitirá una mayor persecución.

"Se estaría estableciendo una especie de espionaje contra los migrantes, en donde, por ejemplo, se podría pedir información a las ciudades migrantes para saber todo de su población y así rascar, cualquier cosita que encuentren, y, en esa laguna de interpretación, la persona puede ser sujeta a deportación", señala.

Otra disposición afecta a los niños migrantes, ya que –según el Departamento de Seguridad– aproximadamente el 60 por ciento de los "niños extranjeros no acompañados" en Estados Unidos son entregados a un familiar, con lo cual se ha evitado su deportación.

Con las nuevas disposiciones, los procedimientos de deportación también se les aplicarán a ellos, pero durante el proceso contarán con mayores garantías legales.

Además, los migrantes que sean detenidos sólo serán puestos en libertad si es ciudadano de Estados Unidos, si es refugiado o si tiene la condición de residente.

Entre otras medidas se encuentra la ampliación del uso de procedimientos de "expulsión acelerada", con el cual los indocumentados que no puedan demostrar que han vivido en Estados Unidos por más de dos años, pueden ser retornados a sus países sin juicio.

Anteriormente, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y la Oficina de Aduanas y Fronteras (CBP) utilizaban la "expulsión acelerada" sólo para los inmigrantes capturados a máximo 100 millas de la frontera y en el marco de 14 días de haber entrado a Estados Unidos.

También se dio a conocer la contratación de 15 mil de nuevos agentes: 10 mil nuevos agentes para el ICE y 5 mil para CBP, y que centroamericanos que sean detenidos serán deportados a México donde esperarían los resultados del juicio que enfrenten en Estados Unidos.

Para la maestra Taracena, el número de indocumentados expuestos a las nuevas políticas se amplía a los 11.1 millones de personas (6.6 millones mexicanos) que viven en Estados Unidos sin ser ni residentes.

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