CIUDAD DE MÉXICO.- Con la decisión de Donald Trump, de arrebatar a la ciudades santuario (las que protegen motu proprio a los inmigrantes ilegales de la deportación) el dinero de fondos federal ya aprobados, el monto podría alcanzar 13 mil 476 millones de dólares; el precio para construir el muro fronterizo se evalúa entre 14 mil y 20 mil millones de dólares.
Estos montos fueron otorgados por el gobierno de Barack Obama a cinco de las ciudades santuario más grandes de EU: Los Ángeles, San Francisco, Washington DC, Nueva York y Chicago, cuyos alcaldes han declarado su intención de resistir las presiones de Trump.
"Los Ángeles tiene un presupuesto de 8 mil millones de dólares, pero algunos de estos (fondos federales) van a áreas de más necesidad", dijo en diciembre Connie Llanos, vocera del alcalde Eric Garcetti. "Si nos quitan un fondo, no podemos reemplazarlo, porque no es algo que nosotros pagamos".
"Vamos a bloquear fondos para las ciudades santuario... no más fondos. Terminaremos con las ciudades santuario que han resultado en tantas muertes innecesarias", dijo Trump en septiembre, durante su gran discurso de inmigración en Phoenix. "Las ciudades que se nieguen a cooperar con las autoridades federales no recibirán dinero de los contribuyentes, y trabajaremos con el Congreso para para proteger con leyes a las jurisdicciones que ayuden a las autoridades federales". A partir de ayer, eso que tendría que aprobar la Corte Suprema. Parece ya un hecho.
Expertos en leyes constitucionales indican que ese dinero procede del fondo federal, pero está asignado a temas prioritarios como educación, parques, infraestructura, otros servicios comunitarios y fuerzas policiales.
Al respecto, durante muchos años, la Corte Suprema se ha manifestado por el hecho de que el gobierno federal no puede arrebatar ese dinero a las ciudades mientras eso no esté escrito en la ley.
Otro elemento, coinciden los expertos, es que el gobierno de EU no podría exigir a la ciudad que destine esos fondos al combate contra los migrantes, porque eso pondría en riesgo su propio presupuesto y el funcionamiento de la ciudad.