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Ucrania anuncia plan de paz; Rusia dice que no es su asunto

Luego de las reuniones entre los líderes ucraniano y ruso, Petro Poroshenko dijo que había presentado un plan de paz, mientras que Vladimir Putin coincidió en que el proyecto es necesario pero descartó participar de forma directa pues dijo que no es asunto de Rusia.

MINSK, Bielorrusia.- El presidente de Ucrania anunció el martes que varios gobiernos con los que se reunió el martes apoyan su plan de paz, entre ellos el presidente ruso Vladimir Putin, según la agencia noticiosa rusa Interfax.

Sin embargo, no había señales de que este apoyo contribuya a poner fin de inmediato a los combates que libran los separatistas pro rusos y las fuerzas ucranianas en el oriente de ese país.

Putin, quien tuvo una "evaluación general positiva" de las reuniones, señaló que apoya la idea de crear una situación de confianza para un proceso de negociación, sin embargo descartó una participación directa en las negociaciones.

"Rusia no puede hablar de manera esencialmente sobre las condiciones de un alto al fuego entre Kiev, Donestk y Lugansk. Ese no es nuestros asunto, depende de la propia Ucrania", dijo el mandatario ruso.
"Sólo podemos contribuir a crear una situación de confianza para un posible, y en mi opinión, muy necesario, proceso de negociación", agregó.

El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, y Putin se reunieron directamente, así como en una sesión conjunta en la que participaron los gobernantes de Kazajstán y Bielorrusia, así como tres funcionarios de alto rango de la Unión Europea.

A pesar del tono positivo, no quedó claro cómo responderían los rebeldes a la idea de un cese del fuego, en cuánto tiempo podría acordarse y por cuánto tiempo podría extenderse.

La reunión entre Poroshenko y Putin fue la primera desde junio, después del derrocamiento del anterior presidente pro ruso en febrero.

"El destino de mi país y de Europa se decide hoy aquí en Minsk", había dicho Poroshenko el martes al comienzo de las conversaciones. "Los intereses del Donbás (el este de Ucrania) se tendrán en cuenta".

Los dos mandatarios se sentaron en extremos opuestos de una gran mesa redonda junto con los otros dos presidentes y funcionarios de la UE. Al contrario de lo que se suponía, no se reunieron directamente antes de las conversaciones, según una asistente del presidente ucraniano Irina Herashchenko.

APRETÓN DE MANOS

Se dieron un apretón de manos para las cámaras.

Presionado para buscar un acuerdo negociado en vez de una victoria militar, Poroshenko dijo que el propósito de su visita era empezar a buscar un acuerdo político y prometió que se tendrán en cuenta los intereses de los habitantes del este de Ucrania, que por lo general son de etnia rusa.

Putin dedicó la mayor parte de sus declaraciones al comercio, aduciendo que la decisión de Ucrania de firmar un acuerdo de asociación con la Unión Europea representaría fuertes pérdidas para Rusia, que entonces se vería obligada a proteger su economía. Rusia tenía la esperanza de que Ucrania se sumara a una unión económica rival que está formando con Bielorrusia y Kazajistán.

Ucrania se propone ratificar el acuerdo de asociación con la UE en septiembre.

Sobre los combates, Putin opinó que el conflicto "no se puede solucionar con una mayor intensificación militar sin tener en cuenta los intereses vitales del sudeste del país y sin un diálogo pacífico de sus representantes".

Ucrania quiere que los rebeldes devuelvan el control del territorio que han capturado, mientras Putin busca retener cierta influencia sobre la región, donde la mayoría habla ruso, a fin de que Ucrania no se incorpore a la OTAN ni a la UE.

Por su parte, Poroshenko dijo que es poco probable que acepte los frecuentes llamamientos rusos de federalizarse pero que podría acceder a ampliar alguna autonomía regional.

Al abrir la reunión del martes, el presidente bielorruso Alexander Lukashenko instó a ambas partes a "descartar las ambiciones políticas y no buscar dividendos políticos".

Las conversaciones se celebraron en momentos que Ucrania anunció haber capturado 10 soldados rusos en el este del país y se abrió en el sudeste un nuevo frente de combates. Kiev ha acusado reiteradamente a Moscú de apoyar y armar a los rebeldes, lo que Rusia niega.

Putin se ha resistido a los pedidos de los rebeldes de que Rusia se anexe la región, lo contrario de lo que hizo en marzo, cuando tomó el control de la península de Crimea. Pero reporteros en la frontera han visto a los rebeldes con un amplio arsenal militar, incluso tanques, lanzamisiles Buk y transportes blindados de tropas, así como a numerosos rusos entre los insurgentes.

Mientras tanto, se elevaban gruesas columnas de humo desde los suburbios de la ciudad de Novoazovsk, en una región separatista pro rusa donde hasta ahora casi no había habido enfrentamientos entre el gobierno y los rebeldes. Ucrania acusó a éstos y sus supuestos partidarios rusos de tratar de ampliar el conflicto.

Fue el segundo día de ataques en las cercanías de esa ciudad.

Vecinos de Novoazovsk, algunos de los cuales se aprestaban a huir, dijeron a The Associated Press que no estaba claro de dónde procedían los cañonazos que se sintieron el martes.

Funcionarios ucranianos dijeron el lunes que el fuego de artillería provenía del lado ruso de la frontera. Un soldado ucraniano que no quiso dar su nombre sugirió que podría proceder de los rebeldes que tratan de eliminar una batería de misiles ucraniana.
Con información de AP y Reuters

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