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Senado de Brasil desafía orden judicial para cesar a su presidente

Los líderes del Senado brasileño publicaron una carta en la que se negaban a aprobar la destitución de Renan Calheiros hasta que el pleno del tribunal supremo adopte una decisión sobre el asunto: el legislador fue imputado por malversación de fondos.

BRASILIA.- El presidente del Senado de Brasil se negó a aceptar una orden del Supremo Tribunal Federal (STF) que le aparta de su cargo, empujando al país a una crisis constitucional mientras lucha por poner fin al estancamiento político y una recesión económica.

Un juez del máximo tribunal ordenó la remoción de Renan Calheiros, quien fue imputado la semana pasada por malversación de fondos, profundizando el conflicto entre el poder judicial y el legislativo por el procesamiento de políticos corruptos.

No obstante, tras una reunión de tres horas, los líderes del Senado brasileño publicaron una carta en la que se negaban a aprobar la destitución de Calheiros hasta que el pleno del tribunal supremo adopte una decisión sobre el asunto.

A la salida de la reunión, Calheiros dijo a los periodistas que seguirá en el puesto y criticó el intento de cesarlo solo nueve días antes de que acabe de forma oficial su mandato. "La democracia, incluso en Brasil, no se merece esto", afirmó.

El pulso constitucional amenaza con retrasar la aprobación de medidas clave proyectadas por el presidente, Michel Temer, que buscan restaurar la disciplina fiscal en medio de una recesión que dura ya dos años.

Los mercados brasileños operaron de forma volátil ante la decisión de cesar a Calheiros, ya que sería sustituido por el senador izquierdista Jorge Viana, del Partido de los Trabajadores, que se opone a los recortes del gasto federal.

Lo que está en juego es la votación final en el Senado -programada para el 13 de diciembre- de un límite constitucional de 20 años en el gasto federal, el pilar del plan de Temer para controlar un creciente déficit presupuestario en el país más grande de América Latina.

En un año de gran agitación política en Brasil, la salida de Calheiros seguiría a la del presidente de la Cámara de Diputados y al juicio político que terminó con la destitución de Dilma Rousseff de la presidencia de Brasil.

El Senado presentó una apelación en la Corte Suprema para intentar frenar rápidamente la orden que apartó a Calheiros y evitar interrumpir la votación sobre medidas de gran importancia para la nación, como el límite de gasto. "La orden genera un enorme daño al ya debilitado equilibrio institucional y político de la República", señaló el documento.

No obstante, se espera que el pleno del STF ratifique su decisión sobre la base de una decisión mayoritaria del tribunal el mes pasado, por la cual ninguna persona procesada por un delito puede estar en la línea de sucesión presidencial. El presidente del Senado es el segundo en la línea detrás del presidente de la Cámara baja, pues Brasil no tiene vicepresidente en este momento.

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