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Prohíben extraer petróleo con la técnica del fracking en Los Ángeles

La fractura hidráulica propicia contaminación en los mantos acuíferos, por lo que el ayuntamiento de Los Ángeles, someterá una moratoria a votación definitiva, con lo que la ciudad sería la primera en  prohibir el polémico proceso, responsable en buena medida del auge energético que atraviesa EU.

LOS ÁNGELES. Mientras se agudiza el debate sobre la extracción de petróleo y gas mediante la técnica del fracking o fractura hidráulica en Estados Unidos, debido a la contaminación de mantos acuíferos y los posibles sismos que genera, el ayuntamiento de Los Ángeles, California, aprobó el 28 de febrero una moratoria que será sometida antes de que termine este año a una votación definitiva, con lo que se convertiría en la mayor ciudad del país que prohíbe el polémico proceso, responsable en buena medida del auge energético que atraviesa EU.

En su votación unánime, con diez sufragios, el cabildo prohibió "toda actividad asociada con la estimulación de pozos, incluyendo, pero no limitado a, la fractura hidráulica, el empaque de grava y la acidificación o cualquier combinación de estos, así como el uso de pozos inyectados con desechos", lo que también convierte a la urbe en la única productora de hidrocarburos en el "estado dorado" que rechaza el fracking, al menos hasta que compruebe que la técnica no pondrá en riesgo la seguridad pública o el suministro de agua potable.

El fracking consiste en la inyección de agua, arena y diferentes químicos y mezclas, que pueden incluir café soluble, en las capas rocosas subterráneas, a fin de liberar el petróleo y el gas que almacenan. De acuerdo con los promotores de la moratoria, como el grupo ecologista EcoWatch y el legislador Mike Bonin, además del peligro ambiental que entraña la técnica también podría generar actividad sismica, como se ha observado en otras entidades, y consume enormes cantidades de agua, lo que resulta inaceptable en momentos en que California atraviesa una de las peores sequías de su historia.

Perforar con la técnica un sólo pozo puede requerir millones de litros de agua fresca, y un estudio reciente de la Universidad de California en Los Ángeles indicó que está agotando las reservas en varias zonas del país que sufren escasez crónica, como la propia California, donde 96 por ciento de los nuevos pozos con fractura se ubican en áreas con alta demanda del líquido vital.

Otros análisis han expuesto su relación con el cáncer, defectos congénitos, daños al sistema endocrinólogo y otros problemas crónicos de salud. La práctica también lleva a un incremento de los contaminantes carcinógenos en el aire y las emisiones de gases de invernadero.

Por su lado, la acidificación es la inyección de químicos como ácido clorhídrico y hidrofluórico en ejes durante el proceso de desarrollo de crudo y gas, que pueden afectar la piel y los ojos, además del sistema respiratorio, explicó Angela John Meszaros, asesora de Médicos con Responsabilidad Social. El empaque o relleno de grava, a su vez, consiste en verter el material dentro del pozo para impedir el paso de arena que puede dañar los taladros.

Los Ángeles tiene mil 880 pozos activos de crudo y de gas, aparte de 2 mil 932 abandonados, reportó el Departamento de Conservación de California. En la urbe operan 26 compañías, sobre todo pequeñas y medianas, que en 2013 extrajeron más de 3.1 millones de barriles de crudo.

Alentados por la votación del ayuntamiento, los opositores del fracking pidieron que la moratoria se extienda a todo el estado, destacó Adam Snow, director del capítulo local del grupo Food & Water Watch. Recordó que el estado de Nueva York mantiene desde hace cinco años una moratoria que sigue disfrutando del apoyo popular en las encuestas.

Sin embargo, voceros de la industria energética, como Greg Brown, consejero general de BreitBurn Energy Partners, sostienen que la moratoria tendrá duras consecuencias para la economía angelina, pues llevará al cierre de la mayoría de la producción, incluso en pozos donde el fracking no es utilizado.

La ordenanza que el ayuntamiento aprobó eliminará la reinyección de agua y el uso de compuestos ácidos para limpiar los pozos, prácticas que han sido empleadas durante décadas, argumentó Brown en entrevista con Los Angeles Business Journal. BreitBurn trabaja pozos en Pico Boulevard, al sur de Beverly Hills, en una propiedad del Departamento para Veteranos de Guerra, así como en Harbor Gateway. "Tal como está escrita, la ordenanza detendrá toda nuestra producción en la ciudad", apuntó Brown.

A su vez, Rock Zierman, titular de la Asociación de Productores Independientes de Petróleo de California, advirtió que de aprobarse en definitiva la moción, el grupo presentará una demanda ante cortes estatales, pues fue "concebida pobremente y no se entienden sus implicaciones". Por lo pronto, añadió, la industria cabildea en el ayuntamiento para evitar una votación adversa en los próximos meses.

Pese a lo anterior, Bonin y Paul Koretz, coautor de la iniciativa de ley, afirmaron que la industria exagera en sus argumentos y recalcaron que sólo se busca garantizar la seguridad ambiental en sus operaciones. 

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