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Pintan y asfaltan calles de La Habana por visita de Obama

A menos de 48 horas del arribo de Barack Obama a Cuba se dan los últimos toques a la isla; cubanos aseguran que la visita del presidente de Estados Unidos llevará cosas buenas. 

LA HABANA.- Mucho antes de que se diera a conocer la agenda oficial que cumplirá a partir del domingo el presidente Barack Obama en Cuba, las calles y avenidas habaneras podían anticipar sus recorridos siguiendo la ruta de las vías recién asfaltadas y bien señalizadas, así como de los inmuebles acabados de pintar.

A menos de 48 horas del arribo del mandatario se dan los últimos toques a una ciudad hermosa pero urgida de remozamiento, para el inicio de una visita que ya algunos auguran que "traerá cosas buenas", según comentó Lidia Diego, una ama de casa católica practicante, quien recordó que Obama llegará un Domingo de Ramos, inicio de la Semana Santa.

Al confirmar este jueves la agenda que cumplirá el jefe de estado en la isla, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, reafirmó que Obama le hablará a los cubanos en la mañana del martes desde el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, remodelado hace pocos meses, situado en la avenida del Prado, y que sus palabras serán transmitidas en vivo por la televisión estatal.

Allí, donde se encuentra uno de los más antiguos y hermosos paseos de la ciudad, se aceleran los trabajos y se liberaron obstáculos para que "La Bestia", la larga limusina que trasladará al presidente, pueda maniobrar en sus angostas esquinas.

Siguiendo el camino marcado por los arreglos, muchos habían pensado que el presidente pronunciaría su discurso desde el Aula Magna de la Universidad de La Habana, un complejo de edificios en el corazón de la capital donde también se registraron labores de reparación y pintura. Se piensa ahora que sea Michelle Obama y sus hijas las que puedan visitarla.

¡PLAY BALL!


El azul, color del equipo de béisbol de la capital (Industriales), volvió a las paredes y muros del Estadio Latinoamericano luego de décadas de predominio de un gris opaco, y las casas y edificios de los alrededores muestran tonos pasteles en sus restauradas fachadas. Alrededor de 400 trabajadores laboraron en la reparación del estadio, el mayor del país con capacidad para 55 mil personas y que reclamaba a gritos una renovación.

Ahora hay luminarias nuevas, las gradas se cambiaron, se trajo de otras provincias tierra roja para el terreno y césped verdecito, se asfaltaron las calles aledañas y el parque del frente, con nuevo servicio wifi, tiene los bancos pintados de azul y blanco.

La instalación será sede, el 22, del esperado juego de béisbol entre un equipo nacional y los Tampa Bay Rays, de las Grandes Ligas, partido al que asistirá Obama y que marcará su última actividad en la isla, desde donde viajará a Argentina.

En el populoso municipio del Cerro, donde está el estadio Latinoamericano, los pobladores le dicen "San Obama" al presidente de Estados Unidos.

"Qué lástima que por aquí no pasará Obama", comentó a El Financiero Juan Carlos García, dueño de un restaurante en el céntrico y otrora residencial municipio de El Vedado, donde las calles interiores parecen sobrevivientes de indiscriminados bombardeos.

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