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Papa propone que Iglesia sea casa abierta, una familia hospitalaria

Durante mensaje en la Plaza de San Pedro, el pontífice urgió a las familias a establecer una alianza contra los centros de poder económicos, ideológicos y políticos; dijo que las iglesias con las puertas cerradas no deberían llamarse iglesias, porque más bien son museos.

CIUDAD DEL VATICANO. El Papa Francisco pidió que la Iglesia católica sea una casa abierta, porque Jesús no la quiso como una secta para privilegiados, sino como una familia hospitalaria, una casa donde todos, sin exclusión, fueran acogidos y amados.

Durante su reflexión semanal en la audiencia pública, ante más de 20 mil personas congregadas en la Plaza de San Pedro, el Papa urgió a las familias a establecer "una alianza contra los centros de poder económicos, ideológicos y políticos".

"Ponemos nuestras esperanzas en los centros del amor, evangelizadores, ricos de calor humano, basados en la solidaridad y la evangelización, pero también en el perdón entre nosotros", pidió.

De acuerdo al líder católico, las iglesias con las puertas cerradas no deberían llamarse iglesias, porque más bien son museos.

Además calificó de "urgente e indispensable" reforzar los vínculos entre las familias y las comunidades cristianas, superando las actitudes "demasiado directivas y demasiado funcionales", y favoreciendo – en las parroquias - el diálogo interpersonal, el conocimiento y la estima recíproca.

"Los grandes eventos de las potencias mundanas se escriben en los libros de historia, y ahí permanecen. Pero la historia de los afectos humanos se escribe directamente en el corazón de Dios, y es la historia que permanece para siempre", aseguró.

"La familia es el lugar de nuestra iniciación, insustituible, indeleble, a esta historia. La comunidad cristiana es la casa de aquellos que creen en Jesús como la fuente de la fraternidad entre todos los hombres", añadió.

Sostuvo que la Iglesia debe caminar en medio a los pueblos, en la historia de los hombres y de las mujeres, de los padres y de las madres, de los hijos y de las hijas, porque esa es la historia que cuenta para Dios.

Y apuntó que la supervivencia de fe cristiana se juega "en el campo abierto de la vida compartida" con todos, porque la familia y la parroquia deben cumplir el milagro de una vida comunitaria para la entera sociedad.

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