El Papa Francisco quedó en medio de la disputa entre Argentina y el Reino Unido por las Islas Malvinas luego de que un activista lo retratara junto con un cartel en el que se llama al diálogo sobre la propiedad del archipiélago.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, incluso rompió un prolongado silencio para compartir la imagen en su cuenta de Twitter.
#MalvinasArgentinas @Pontifex_es pic.twitter.com/vxewfUd1rS
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) agosto 19, 2015
"Es tiempo de diálogo entre Argentina y Reino Unido por Malvinas", decía el cartel que fue puesto en manos del Pontífice mientras saludaba a los fieles durante la audiencia general de los miércoles en el Vaticano.
La leyenda forma parte de una campaña ideada por un ciudadano argentino que pide se cumpla con una resolución de las Naciones Unidas para que ambas naciones, que en 1982 disputaron una guerra por la soberanía del archipiélago, retomen las negociaciones diplomáticas interrumpidas desde el conflicto bélico.
Pero el Papa anuló rápidamente cualquier intento de relacionarlo con la causa, pues un vocero explicó que Francisco no sabía de qué se trataba la imagen.
"El Santo Padre ni siquiera se dio cuenta de que tenía este objeto entre sus manos. Sólo lo descubrió luego de ver la fotografía", dijo el padre Ciro Benedettini. "La imagen fue tomada durante la audiencia general, cuando muchas personas le entregan objetos al Santo Padre".
La presidenta Fernández le había solicitado al papa que mediara ante Gran Bretaña por Malvinas durante la primera audiencia privada que mantuvieron luego de que el argentino fuera elegido Pontífice en 2013. Desde entonces, Francisco no se ha pronunciado públicamente sobre la cuestión.
Antes de ser elegido como líder de la Iglesia católica, el cardenal Jorge Bergoglio frecuentemente recibía y daba apoyo espiritual a los familiares de los 649 soldados argentinos caídos en la guerra por Malvinas.