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La corrupción la pagan los pobres: Papa Francisco

Durante su misa privada en la capilla de la residencia vaticana, la Casa Santa Marta, el Papa Francisco señaló que los pobres son los que pagan la corrupción de los políticos, de los empresarios y de los eclesiásticos.

CIUDAD DEL VATICANO. El Papa Francisco denunció que la corrupción de los políticos, de los empresarios y de los eclesiásticos "la pagan los pobres", que son privados de aquello a lo cual tienen derecho para sostener la avidez de los poderosos.

"Los daños de la corrupción, de los corruptos, gravan sobre los más débiles, los pobres materiales y pobres espirituales", advirtió.

El pontífice celebró este lunes su misa privada matutina en la capilla de su residencia vaticana, la Casa Santa Marta, y en el sermón hizo la advertencia.

Sostuvo que la corrupción es un pecado que "está a la mano" de quienes tienen autoridad sobre los demás, porque ellos se sienten poderosos, se sienten "casi Dios".

"En todos lados están (los corruptos). Debemos decir la verdad: la corrupción es el pecado que tiene más a mano aquella persona que tiene autoridad sobre los otros, sea económica, sea política, sea eclesiástica", añadió.

Precisó que una persona se vuelve corrupta a lo largo del camino de la propia seguridad, a causa del bienestar, del dinero, del poder, de la vanidad y del orgullo. "Y por ahí pasa todo, incluso matar", afirmó.

Se preguntó quién paga la corrupción, y él mismo respondió que no la paga "quien te lleva la mordida", porque ese es sólo un intermediario.

Estableció que, en realidad, la corrupción la pagan los hospitales sin medicina, los enfermos que no tienen terapias, los niños sin educación.

"Y ¿quién paga la corrupción de un prelado? La pagan los niños, que no saben hacerse la señal de la cruz, que no saben la catequesis, que no son cuidados. La pagan los enfermos que no son visitados, la pagan los encarcelados que no tienen atención espiritual", apuntó.

Dijo que el único camino para vencer la tentación y el pecado es el servicio; porque la corrupción viene del orgullo, de la soberbia, mientras el servicio te humilla.

"Hoy ofrecemos la misa por esos, que son tantos y que pagan la corrupción, que pagan la vida de los corruptos. Estos mártires de la corrupción política, de la corrupción económica y de la corrupción eclesiástica", ponderó.

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